La hija mayor de Madonna, Lourdes León, fue la protagonista de un performance artístico que simuló una orgía, todo para enviar un mensaje de diversidad y amor.
El performance tuvo lugar en Miami y quería mostrar, además de las nuevas piezas de la marca Desigual, una nueva forma de amor diverso, bajo la dirección de la artista Carlota Guerrero, quien combinó la moda con la sensualidad y la danza contemporánea.
Lourdes es la última de los bailarines que aparece en escena y luego de adherirse al grupo del performance, empiezan a entrar en un trance erótico que semeja una orgía, en la que de expresa el amor sin importar género, color de piel o rasgos físicos.