El pasado jueves durante las protestas estudiantiles en la capital del país una familia vivió toda una pesadilla en su carro después de que un grupo de vándalos les tirara piedras sin importar que había dos niños de 3 y 8 años.
Esta ‘pesadilla’ fue vivida por la familia Laverde, que estuvo en medio de los gases lacrimógenos y las piedras que iban y venían entre los manifestantes y la Policía cerca de las instalaciones de la Universidad Nacional.
«Me toca acelerar, vamos a pedir ayuda, están los del Esmad a la entrada y voy a parar y eso está lleno de gas lacrimógeno y me toca arrancar de una vez porque los niños empiezan a gritarme ‘no puedo respirar’», aseguró Cristian Laverde, el padre de los menores, en Noticias Caracol.
Cristian tuvo que vivir el pánico de ver a su esposa y a sus dos pequeños hijos expuestos al peligro generado por vándalos que volvieron la protesta estudiantil en un campo de batalla contra las autoridades tirando todo tipo de objetos contundentes y atentando no solo contra su vehículo, sino contra la integridad de su familia.