El inglés Adam Dickson y su familia paseaban por la playa de una Isla Norte de Nueva Zelanda, cuando hallaron un enorme y extraño animal en la arena, como destaca Yahoo7.
La criatura «parecía un montón de músculos contrayéndose», dijo el británico, «era casi alienígena y se movía lentamente». «‘Está vivo’, seguía diciendo mi hijo», reveló la esposa.
Al momento, la familia se dio cuenta de que realmente era una medusa. El Instituto Nacional de Aguas e Investigación Atmosférica de Nueva Zelanda la identificó como una medusa melena de león, la más grande que existe.