El presidente del Consejo Superior de Turismo de Venezuela (Conseturismo), Jesús Irausquín, dijo hoy que este sector está decreciendo en el país caribeño al punto de que en la actual temporada de vacaciones los servicios de hospedaje reportaron apenas un 45 % de ocupación.
«El problema que tenemos con el turismo en Venezuela es que vamos decreciendo, es que no estamos potenciando lo efectivo que puede ser el turismo para el resto país», dijo Irausquín a periodistas en Caracas, en medio de un acto por el Día Mundial del Turismo que se celebra este jueves.
Indicó que los informes preliminares de julio, agosto y septiembre dan cuenta de una ocupación que oscila entre 35 y 45 %, lo que consideró como un indicador «sumamente negativo» por ser ese trimestre
«una de las temporadas más importantes que tiene Venezuela» al igual que el mes de diciembre y la Semana Santa.
«Esto no ha crecido, esto ha decrecido», reiteró.
Por su parte, el presidente de la Asociación de Líneas Aéreas de Venezuela (ALAV), Humberto Figuera, dijo que las conexiones nacionales «son precarias porque son muy pocas para la demanda existente» pero celebró que «por lo menos no ha habido ningún retiro de un destino» en los últimos meses.
«Las líneas aéreas mantienen su frecuencia (…) el balance está resultando poco a poco positivo», consideró.
Figuera señaló como importante que las líneas aéreas nacionales, con anuencia del Instituto Nacional de Aeronáutica Civil, «están cubriendo destinos internacionales y con los ingresos han podido paliar, minimizar las pérdidas que tienen cada vez que mueven un avión en una ruta nacional», donde las tarifas son reguladas por el Gobierno.
Pese a contar con las mayores reservas de crudo del mundo y atractivos naturales, Venezuela atraviesa por una severa crisis económica que ha mermado la actividad económica, incluido el turismo, y que se traduce en escasez generalizada e hiperinflación.
Representantes del sector sostienen que la inseguridad ciudadana, el deterioro de las vías, el control de cambio estatal y la falta de promoción juegan en contra de la actividad turística en el país sudamericano.
EFE