Una mujer en Australia logró llevar a sus vecinos hasta una corte reclamando por el constante olor a carne y pescado de las parrilladas que hacen, resaltando que es vegana y considera la situación como invasiva.
Se trata de Cilla Carden, habitante de Perth, quien asegura que estos actos no son actividades cotidianas, sino que sus vecinos lo estarían haciendo por el simple hecho de molestarla y perturbar su espacio.
La mujer ha reclamado que sus vecinos le roban su calidad de vida porque además del olor a carne también la perturban con el humo del cigarrillo y el ruido de niños jugando baloncesto, situación que reclamó.
Por su parte, uno de sus vecinos aseguró que se demostró que las demandas de Carden, según él, no eran razonables y en detrimento de la capacidad de los otros propietarios de disfrutar de sus lotes de manera razonable y aceptable.
Peter Quinlan, presidente del tribunal suprem, desestimó la apelación de Carden el mes pasado en este caso donde reclamaba por su espacio y dictaminó, después de considerar todo el material, que no estaba de acuerdo con las demandas de la mujer.