El Centro Nacional de Huracanes (CNH) de Estados Unidos informó este martes de un sistema de baja presión que puede llegar a tener características ciclónicas este fin de semana a unas 200 millas (321 kilómetros) al noreste de las Bahamas.
Según un gráfico publicado en la página del CNH, la probabilidad de formación de un ciclón en cinco días es del 50 %.
Oficialmente la temporada de huracanes en el Atlántico no comienza hasta el 1 de junio, pero en los dos últimos años se formaron tormentas con nombre en mayo: Andrea (2019) y Alberto (2018).
La compañía privada de servicios meteorológicos AccuWeather, que revisó el pasado jueves sus pronósticos para agregar más tormentas tropicales y huracanes, indicó este martes que el área de baja presión de la que informó el CNH «puede cobrar fuerza y quizás dar lugar a la primera depresión o incluso tormenta con nombre» de 2020.
Según la lista de nombres creada por la Organización Meteorológica Mundial para este año, se llamaría Arthur.
«Creo que vamos a lidiar con un sistema que tiene potencial para llegar a ser un sistema subtropical o un sistema tropical débil este fin de semana y la semana siguiente», dijo Dan Kottlowski, el principal experto en huracanes de AccuWeather.
El equipo dirigido por Kottlowski agregó en su pronóstico actualizado de la temporada en la cuenca atlántica dos posibles tormentas tropicales para dejar un rango de 14 a 20, de las cuales entre 7 y 11 llegarán a ser huracanes, también dos más.
La peor noticia es que de cuatro a seis de esos huracanes llegarán a categoría tres o más (en el anterior pronóstico eran de dos a cuatro).
Según el equipo de meteorólogos de AccuWeather entre cuatro y seis de los sistemas tropicales con nombre podrían impactar directamente en el territorio continental de Estados Unidos, Puerto Rico o las Islas Vírgenes estadounidenses.
Esos pronósticos causan preocupación en Florida, donde hay temor a que los esfuerzos centrados en la pandemia del COVID-19 reduzcan los necesarios para prepararse convenientemente para los huracanes, por no hablar del perjuicio adicional que pueden causar los daños de un huracán en su tocada economía.
La temporada oficial de huracanes en la cuenca atlántica comienza el 1 de junio y concluye el 30 de noviembre.
Las cuatro últimas temporadas han tenido una actividad por encima de lo normal.
La de 2019, según AccuWeather, fue excepcionalmente activa, solo equiparable a la de 1969, con 18 tormentas, huracanes potentes como Dorian, Lorenzo y Humberto, y pérdidas y daños por 11.000 millones de dólares.
El director de manejo de emergencias de Florida, Jared Moskowitz, está trabajando con FEMA, la agencia federal para esos temas, sobre los posibles cambios que deberán hacerse en los planes de evacuación y refugio por ciclones debido al COVID-19.
Según declaraciones publicadas la semana pasada, se piensa en refugios solo para personas contagiadas y en ordenar a alguna gente quedarse en casa en lugar de evacuar sus viviendas.
Desde el 1 de marzo, se han registrado en Florida más de 41.000 casos del COVID-19 y casi 1.800 muertes, según datos oficiales. Miami, 12 may (EFE)