San Juan, 9 feb (EFE).- El presidente de Surinam, Chandrikapersad Santokhi, anunció este viernes que ha convocado reuniones con sus servicios de inteligencia ante la información proporcionada por varias instituciones religiosas sobre un posible complot para derrocar a su Gobierno.
Según explicó Santokhi a la publicación en línea surinamesa Starnieuws, los datos compartidos en una carta por el Consejo Interreligioso de Surinam (IRIS) y el Comité de Iglesias Cristianas (CCK) se están tomando "en serio".
"Ya he solicitado información a los servicios de Inteligencia y Seguridad", dijo Santokhi, añadiendo que este tema se discutirá más a fondo con los ministros de Justicia y Policía, Defensa y Asuntos Exteriores, y el Comité de Seguridad Nacional, entre otros.
"Actuaremos con base en el resultado y al asesoramiento. El Gobierno hará todo lo posible para mantener el orden y la paz y garantizar la seguridad de la sociedad", añadió Santokhi.
Varias organizaciones religiosas, entre ellas IRIS y el CCK, llamaron este viernes en un comunicado conjunto a la población a mantener "la calma" ante estos informes de un supuesto complot.
El presidente del CCK, el obispo Karel Choennie, y Robbert Bipat, del IRIS, revelaron que recibieron información "confiable" de que ciertos grupos quieren desatar disturbios en el país con miras a derrocar al Gobierno de Santokhi.
Los informes vinculan la posible insurrección con los esfuerzos destinados a impedir que el Estado ejecute la sentencia del Tribunal de Justicia de diciembre pasado, que condenó al expresidente Desi Bouterse y a otras cinco personas a largas penas de prisión por el asesinato de opositores políticos de 1982.
El paradero de Bouterse, de 78 años, sigue siendo un misterio después de que no cumplió con su cita programada para presentarse en la prisión de Santo Boma, al sur de Paramaribo. Otro de los condenados, Iwan Dijksteel, también está huido.
Desde entonces, la Policía surinamesa ha iniciado una búsqueda de los dos prófugos, mientras que el opositor Partido Nacional Democrático (NDP), que encabeza Bouterse, sostiene que el juicio fue "político".
Al respecto, los líderes religiosos afirmaron en su declaración que en Surinam "nadie está por encima de la ley" y que cualquier sentencia definitiva del Tribunal de Justicia debe implementarse.
Mientras tanto, el NDP ha emitido un comunicado expresando "gran sorpresa" por la declaración de las organizaciones religiosas.
"Las organizaciones deberían al menos haber informado al Poder Judicial sobre los puntos de preocupación planteados y el supuesto origen de los asuntos insinuados. Es lamentable que se basen en rumores y contribuyan así a posibles disturbios sociales", dijo el NDP.
El partido de Bouterse defendió que esos informes sobre un complot para derrocar a la administración actual no tienen sentido ahora porque el próximo año habrá elecciones para elegir un nuevo Gobierno.
Por: EFE