Resumen: A pesar de la disminución de incendios forestales, Bogotá enfrenta un aumento en la contaminación por PM2.5, afectada por incendios en regiones vecinas y cambios en la dirección del viento.
En los últimos días, Bogotá ha registrado un aumento en la contaminación, a pesar de una notable disminución en el número de incendios forestales y sus emisiones asociadas.
Se registró un aumento en las concentraciones de material particulado de 2.5 micras (PM 2.5). A pesar de la baja de incendios en Bogotá, las conflagraciones en regiones vecinas como Huila, Tolima, Meta y Vichada han afectado.
Las regiones representan alrededor del 30% de las concentraciones de PM2.5 en la capital, con un aporte promedio cercano a 3 µg/m³.
Los vientos que han influido en la calidad del aire en Bogotá provienen principalmente del oriente del país.
Esta variación en la dirección del viento, que se ha alejado de su habitual trayectoria desde el sur, ha intensificado la influencia de las emisiones de incendios en la región oriental.
Las retrotrayectorias del viento indican que las masas de aire que llegan a la ciudad han recorrido grandes distancias, incluso desde el norte de la Amazonía brasileña, lo que podría tener un impacto directo en la calidad del aire local.
En cuanto a la contribución de los incendios forestales, se estima que estos pueden aportar hasta un 0.5 % a las concentraciones de PM2.5 en Bogotá por cada incendio registrado, liberando hasta 20 kg de PM2.5 por kilómetro cuadrado al día.
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Por su parte, Bogotá genera aproximadamente 30 kg de PM2.5 por kilómetro cuadrado diariamente, lo que resalta la necesidad de una vigilancia constante sobre las condiciones atmosféricas y las emisiones de contaminantes.
La Secretaría Distrital de Ambiente (SDA) ha instado a la ciudadanía a mantenerse informada sobre la calidad del aire y a adoptar medidas preventivas para proteger la salud pública.