Resumen: La verdadera esencia del fútbol: Un entrenador reflexiona sobre su pasión y el crecimiento personal más allá de los resultados.
Estos renglones quiero aprovecharlos para hablar un poco sobre la perspectiva de la profesión de entrenador del fútbol. Hablar sobre ello, expandir una visión y unos sueños. He tenido la oportunidad de ser entrenador en todas las categorías del fútbol aficionado y por fortuna, la vida me ha dado la oportunidad de ejercer mi profesión en el fútbol profesional de mi país.
Durante más de veinte años, entre madrugadas, planificación, ejecución de tareas y competencias, he podido entender que el fútbol tiene inmersa una magia que va más allá de ganar campeonatos, que permite a quienes trabajan día a día en la profesión, articular grandes pasiones a través del juego. En mi caso: el fútbol y el crecimiento personal.
A primera vista está puede considerarse una idea salida de lo común, pero en la medida que he podido llegar a entender algo más del juego, he podido darme cuenta que se puede avanzar hasta cierto punto, pero que en alguna estación de la vida, el mismo fútbol se encargará de exigirte ser una mejor versión de ti mismo, para dar el salto a otros niveles de expresión profesional. Además ganar a cualquier precio, termina siendo muy beneficioso en el corto plazo, pero tiene un costo altísimo en el subconsciente colectivo, que lleva a quienes se dejan deslumbrar por placebo del resultado inmediato, a convertirse en esclavos de lo que no les corresponde, dejándose contagiar de lo efímero y desechable que es ganar por ganar no más.
Si, la victoria es dulce, pero no necesariamente hace la vida más fácil al siguiente día o la siguiente temporada. Después de recibir cientos y hasta miles de elogios y que la noche de celebración llegue a su fin, son el entrenador y sus deportistas, los que deben de volver al campo de entrenamientos, para empezarlo todo de nuevo.
En el fútbol como en la vida, la verdadera felicidad proviene de estar presentes en el presente, no solamente cuando las cosas están saliendo como queremos. Es el presente el que nos da la oportunidad de dar el valor suficiente a las personas que nos acompañan en la consecución de nuestros sueños, la profesión de entrenadores de fútbol nos regala el privilegio de dar a cada quien la posibilidad que, desde su espacio y su lugar en el colectivo, pueda sentirse protagonista de una historia que se escribe cada día. Esto nos ayuda a generar los contextos que permiten combinar el talento individual con una consciencia avanzada de equipo. Un equipo que seguramente puede ganar, sin hacerse pequeño durante el proceso.
Elegir ser entrenador, es una decisión que implica entender que la profesión consiste más en formarse que en formar y ese es un camino que no tiene fin. Que el reto es potenciar el recurso con el que se cuenta, intentar hacer mejor el equipo y a los jugadores donde se trabaja, el techo de cada proyecto está limitado por la calidad de los recursos que puedan ser utilizados.
Pero el fútbol es una expresión de la vida, el fútbol es confuso e impredecible. Tiene su manera de ser contigo, no importa lo mucho que intentes controlarlo. El secreto está en experimentar cada momento con la mente clara y el corazón abierto. Cuando comienzas a hacer esto, el juego y la vida te ayudan a cuidarte de ti mismo.
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