La artista mexicano-estadounidense Selena Gómez reveló su adicción a Instagram, dio detalles de su colapso nervioso y aseguró que nunca volverá a hablar de su vida amorosa, en una entrevista con la revista Vogue.
Gómez, quien en agosto de 2016 se retiró de las redes sociales por tres meses, preparó con el reportero de la prestigiosa revista de moda un platillo en honor a su familia mexicana, y explicó que pasar de cantar para los niños a hacerlo para un público adulto le causó severos problemas de depresión y ansiedad.
«Mi autoestima estaba por los suelos (…) empecé a tener ataques de pánico antes de salir al escenario», contó al explicar su decisión de suspender su gira «Revival» el verano pasado. «Me sentía que no era suficientemente buena (para sus fans), que no era capaz, que no les estaba dando nada», dijo.
Inmediatamente, Gómez se internó en un programa para jóvenes con problemas similares en el estado de Tennessee.
«No sabes lo increíble que me sentí estando solo con seis chicas. Gente normal a las que no les importaba quién era yo», expresó al hablar de los 90 días que pasó en el programa terapéutico.
Para contribuir con el tema de la salud mental de los jóvenes, Gómez ha producido la serie «13 Reasons Why», basada en el libro de Jay Asher, que se estrenará en Netflix el 30 de marzo.
Gómez no dejó de hacer referencias veladas a su publicitada relación con el cantante canadiense Justin Bieber.
«Alguien con quien pasaba tiempo antes siempre se frustraba muchísimo conmigo», dijo sobre su decisión de dar autógrafos y tomarse fotos con sus fanáticos más pequeños. «Pero me cuesta mucho decirles que no a los niños».
Aunque no ha escondido su nueva relación con el artista The Weeknd, asegura que no volverá a hacer declaraciones sobre su vida amorosa.
Asimismo, reconoció que el convertirse en la persona con más seguidores en Instagram también le provocó angustia.
«Empezó a consumirme. Desde que me despertaba hasta que me dormía estaba en eso. Estaba adicta (a Instagram) y sentía que estaba viendo cosas que no quería ver, que me hacía pensar sobre cosas que no debían importarme. Siempre me siento como una mierda cuando miro Instagram».
Sin embargo, asegura que aún disfruta mucho su profesión. «Sé la suerte que tengo pero ¿cómo puedo decir esto sin parecer rara? Tengo muchas ganas de que la gente se olvide de mí», concluyó. EFE