Venezolanos residentes en los edificios aledaños al recinto donde tiene lugar la Cumbre de las Américas protagonizaron hoy, por segundo día consecutivo, un sonoro cacerolazo cuando el presidente venezolano, Nicolás Maduro, tomó la palabra en la sesión plenaria de jefes de Estado y de Gobierno.
La protesta fue realizada por vecinos de al menos siete edificios cercanos al centro de convenciones Atlapa y se escuchó hasta dentro de las instalaciones del local.
Además de golpear cacerolas, muchos vecinos gritaban «Fuera Maduro» y agitaban banderas venezolanas.
La protesta se inició la noche del viernes, durante la inauguración oficial de la VII Cumbre de las Américas.
Venezuela se ha convertido en la piedra de tranca de esta Cumbre de las Américas, en la que intentó introducir en un documento, ya consensuado, un párrafo de condena a las medidas ejecutivas del Gobierno de EE.UU. contra el país suramericano en las que también se sancionó a siete funcionarios del Gobierno de Maduro.
El pedido de Venezuela fue rechazado por algunas delegaciones, entre ellas las de EE.UU. y Canadá, lo cual impidió que se alcanzara el consenso necesario para que los 35 países americanos adoptaran un documento conjunto sobre políticas para el desarrollo. Panamá, 11 abr (EFE)