Connie Hallowell sufrió este aparatoso accidente cuando una ola lo empujó y por erro se disparó el arpón a la cara. Lo más sorprendente del caso es que se está recuperando satisfactoriamente y hoy cuenta su historia.
El buzo y a la vez pastor cristiano estaba pecando en Scottburgh, Sudáfrica, cuando fue victima de sí mismo, según relató al portal Independent Online. Dijo que en el momento sintió como si alguien le hubiera dado un golpe y cuando intentó mover la cabeza no lo logró, instante en el que se dio cuenta lo que le había sucedido. «Me las arreglé para ponerme de pie y solo pensé en permanecer despierto. Grité para que la gente me ayudara mientras caminaba hacia la orilla», afirmó.
Otros pescadores lo auxiliaron y cortaron los dos extremos de la lanza con una amoladora para ser llevado a un centro asistencial, en el que estuvo 45 minutos en el quirófano. El doctor que lo operó, Ciaran Eamon, dijo al diario que el arpón no agarró ninguna parte vital de Connie y que por ello «fue fácil operarlo».