Cerca de veinte activistas feministas participaron el viernes en una performance en frente al Centro Administrativo La Alpujarra en la ciudad de Medellín para hacer «visibles las violencias» de las que son víctima mujeres en la ciudad.
La intervención artística, que interrumpió por momentos el tránsito de vehículos, concentró a miembros de los colectivos «Putamente Poderosas», «El Derecho a No Obedecer» y «Lunes de Ciudad», además de la Veeduría Ciudadana al Plan de Desarrollo.
«Nos están matando por ser mujeres, y eso es muy grave», expresó a Efe Melisa Toro, promotora del acto simbólico que denominaron «Atadas por ser mujeres».
Las activistas se inspiraron en la performance «Let me be the ruler», de la artista española Rosa Mesa, para «hacer visibles las ataduras», reivindicar la lucha feminista y generar una reflexión sobre lo inseguras que se sienten las mujeres en esta urbe.
En la actividad, las activistas se posaron sobre una sábana manchada de «sangre» y conformaron un circuito de mujeres con los rostros completamente cubiertos y atadas por cordones rojos.
«No nos escuchan. La mujer primero tiene que ser asesinada, violada o maltratada fuertemente para que le presten atención», apostilló Toro, del colectivo «Putamente Poderosas».
Asimismo, la activista agregó que aún faltan rutas de atención inmediata para las mujeres, pues las políticas públicas en ese sentido todavía son «muy tibias».
«Entendimos que estar unidas es la principal ruta para estar a salvo», enunció Toro, que tiene como referentes las luchas en Argentina y España por sus «movimientos fuertes y conciencia femenina».
El colectivo «El Derecho a No Obedecer» subrayó en un comunicado que, según el Sistema de Información de Seguridad y Convivencia (SISC), más de 5.000 mujeres son víctima de violencia sexual y que fueron asesinadas 49 mujeres durante 2019 en Medellín.
En lo corrido del año, han asesinado a cinco mujeres en la ciudad, cuatro de ellas en feminicidios, entre ellos el ocurrido el pasado 25 de febrero en el cerro El Volador, que llevó a la instalación del Consejo de Seguridad Pública para las Mujeres.
Tras ese asesinato, la subsecretaria de Derechos Humanos de la Secretaría de las Mujeres, Ana Milena Montoya, expresó que la administración municipal está «comprometida con la vida de las mujeres de Medellín» y señaló que rechazan «todo acto de muerte feminicida y cualquier violencia contra las mujeres».