Qué linda la alborada! Por Alejandro Peláez.

Puedo iniciar diciendo lo decepcionado que me siento con una inmensa mayoría de habitantes del Valle de Aburrá, de cuenta de la nueva gran fiesta llamada alborada. Si hacemos una encuesta a personas de Medellin que no vivan en la ciudad hace más de diez años sobre la existencia de este evento llamado la alborada con el cual se recibe el mes de diciembre a las cero horas del primer mes; con seguridad el 100% de los encuestados responderán, alborada? qué es eso?

Comencemos con explicar, así muchos de los lectores lo sepan, el origen de esta. Esta es una celebración inventada hace diez años por un confeso narco paramilitar alias Don Berna para festejar la desmovilización del bloque cacique nutibara. Los bandidos a su cargo y sus allegados estuvieron en el año 2003 dispuestos a celebrar con pólvora la noche de último día de noviembre por orden expresa de su «patrón». Esos bandidos de esa época son muchos de los mismos que nos azotan con sus actos delictivos y de los que tanto nos quejamos.

Hasta aquí -celebración de ese primero de diciembre de 2003, no hay inconveniente alguno. Pero de ahí a que la sociedad de Medellín en conjunto (digase área metropolitana) haya tomado como costumbre decembrina LA ALBORADA y el primer gran evento de las navidad, comparada con el día de las velitas, la noche buena, el año nuevo y el día de reyes, es un total exabrupto. Definitivamente nuestro país es la fiel expresión de lo que somos sus habitantes. Los buenos no son más.

Los días previos a diciembre hablé con diferentes personas de diferentes estratos sociales. Algunos sabían del turbio origen de la fiestica esta, otros no. A los que no, les hice una breve reseña. Sin importar quien fue su creador y los personajes que apoyaron esta quemadera de pólvora en sus primeros años; la respuesta general a mi pregunta referente a que tenían programado hacer el 30 de noviembre en la noche, fue siempre la misma, «voy para la casa de sutano a ver la alborada».

Parece ser que nuestra sociedad no hubiera pasado la violencia de los años 80s y 90s, la guerra de carteles, la matanza de 500 policías de cuenta de sicarios pagados por el narcotráfico, robos generalizados en nuestras calles, secuestros, desapariciones, extorsiones por doquier, etc. Todas estas de cuenta de la delincuencia común gestora de la alborada.

No somos conscientes del daño que nos hizo la ilegalidad del narcotráfico en décadas pasadas, cuando nosotros como sociedad en general permitimos que este se enquistara en todos los sectores, público, empresa privada, justicia, deporte, artistas, salud, policía, fuerzas militares, políticos, etc.

Eso mismo estamos viviendo hoy en el año 2013, justo a 20 años exactos de la desaparición de Pablo Escobar, gran parte de nuestra sociedad, que se llena la boca hablando mal de la guerrilla, de los políticos, de los corruptos, de los delincuentes comunes; celebró con gran entusiasmo y fervor navideño el sábado 30 noviembre con sus familiares y amigos esta mal llamada fiestica de LA ALBORADA, un evento heredado de los NARCO PARAMILITARES. Por esto y muchos otros sucesos más, tomando parte del título de la película de 1990 creada por Víctor Gaviria y protagonizada por Rodrigo Meneses, puedo afirmar con gran pesar y con muy poca esperanza … COLOMBIA NO FUTURO.