Para quienes tienen mascotas, a veces resulta difícil no compartir con ellos “un bocadito” de la comida diaria; sin embargo esta práctica que parece inofensiva puede convertirse en un problema digestivo serio para su mascota.
Síntomas como vómito, náuseas o inconsistencias en las heces del animal son los primeros indicios para visitar al especialista y sospechar que padece una gastroenteritis.
El doctor Edgar Gutiérrez, Director de la Clínica Veterinaria de la Universidad de La Salle, comparte las siguientes recomendaciones útiles para afrontar la situación a corto plazo:
Restrinja totalmente los alimentos
Mantenga hidratada a su mascota usando la vía oral
Mantenga abrigada a su mascota (conservar la temperatura corporal)
Ofrezca a su mascota, reposo (evite la actividad)
Para mantener la mascota hidratada, es fácil conseguir en el mercado, “sueros” orales, o sobres con sales rehidratantes, para reconstituir.
También es válida la recomendación de la tradición popular que aconseja el uso de agua de arroz, agua de pera o agua de manzana.
¿Cuáles pueden ser las causas de la enfermedad?
De acuerdo con el Doctor Gutiérrez hay que tener cuidado con las siguientes circunstancias ya que pueden ser el origen de una gastroenteritis canina.
Cambios repentinos de dieta
Consumo de alimentos en mal estadio
Consumo de aguas estancadas
Variación, no programada, de los horarios de alimentación
Consumo de desperdicios o cuerpos extraños (botones, plásticos…)
Enfermedades bacterianas
Enfermedades virales
Presencia de parásitos gastro-intestinales
Consumo de sustancias tóxicas
Administración de algunos medicamentos (atención al uso de antinflamatorios)
Enfermedades del hígado
Alteraciones en el páncreas
Alergia a algunos alimentos
Info: Universidad de la Salle