Este martes, 24 de septiembre, el Congreso hundió, por primera vez desde 1991, el proyecto con el que normalmente se debate el presupuesto de la nación para el año siguiente.
El debate no llegó ni siquiera a las plenarias del Senado y la Cámara, luego de que las comisiones económicas del Congreso levantaron la sesión en la que se iba a discutir el monto del presupuesto general para el 2025, lo que llevaría a que el presidente tenga que radicarlo por Decreto.
Esta situación ha generado mucha incertidumbre en el país, pues la aprobación del presupuesto por lo general siempre se había logrado dar el debate en el Congreso, y aunque se habían hecho cambios, se aprobaba allí.
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Ahora, con este panorama, el gobierno no podría contar con los 523,7 billones de pesos, sino que tendrían que destinar menos recursos, a falta de confirmación por parte del Gobierno.
Es de resaltar que el dinero iba a ser utilizado de la siguiente manera: 327,9 billones para funcionamiento, 112,6 billones para el servicio a la deuda y 82,5 billones para inversión.