guillermo zuluaga
El poder del fútbol, o el fútbol y el poder

Resumen: Marcelo Bielsa, director técnico de la selección uruguaya, critica la organización de la Copa América 2024 y la situación del fútbol de élite. Bielsa afirma que los futbolistas fueron obligados a actuar de cierta manera y que la sanción debería ser para quienes los obligaron.

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El último ha sido un mes futbolero. Los aficionados del balompié hemos disfrutado de interesantes cotejos en que se enfrentaban seleccionados de países de ambos lados del Atlántico. A la postre España y Argentina se coronaron campeonas de la Eurocopa y de la Conmebol Copa América.

Sobre los resultados de estas selecciones y sobre el “fracaso” de las otras participantes hay muchos sesudos análisis que van de lo táctico a lo técnico, del rendimiento físico al económico. No obstante, las noticias sobre el fútbol vivido en los gramados -el de Europa más similar a una mesa de billar y el de la Copa América más a un potrero- parecen opacadas por las relacionadas con el mundo del poder que se filtraban a lo largo de estos cruciales días.

Previo al debut de una de las selecciones más importantes de Europa, el astro Kilian Mbappé no salió a hablar de estrategias para ganarle a Austria, primer rival en la Euro, sino que atizó un rescoldo enfebrecido ante la inminencia de unas elecciones donde los franceses se decidirían por quien manejaría el país galo. Mbappé fue tan contundente como lo fuera para disparar al arco en la final del Mundial 2022:

“Creo que estamos en un momento crucial en nuestro país, somos ciudadanos ante todo y no podemos estar desconectados del mundo real. Es una situación inédita y quiero dirigirme a la gente, sobre todo a los jóvenes, vemos que los extremos se acercan al centro del poder y pido a los jóvenes que vayan a votar. Tenemos que identificarnos con los valores de este país”.

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Kylian Mbappé, se sumaba a algunos compañeros suyos como Démbélé y Thuram que ya habían levantado la voz contra el avance de la ultraderecha de Marine Le Pen y cía.  El mayor ídolo deportivo de la actualidad francesa llamó a votar “contra los extremos, los que dividen.”

Los disparos del astro francés no parecían tener un objetivo explícito pero todos inferían hacía qué espectro político  iban  dirigidos. Los inmigrantes y otros grupos minoritarios en el país galo, podrían resultar perjudicados  por lo que este hijo de africanos,  sabedor de los reflectores y las cámaras enfocados en él, encontraba en el fútbol la posibilidad o la  excusa para seguir enviando mensajes encriptados:

“Espero que estemos orgullosos de llevar esta camiseta el 7 (de julio) ″.

“Quiero estar orgulloso de defender a un país que representa mis valores. Esto es más importante que el partido de mañana porque la situación del país es diferente. Creo en los valores de la mezcla, la tolerancia y el respeto.”

Las palabras de Mbappé quizá sirvieron para que esos jóvenes se animaran a salir y la Francia de Mbappé obtuvo mejores resultados en las urnas que en los arcos contrarios.

De este lado del mundo quien aprovechó el poder de convocatoria que tiene el fútbol para lanzar unos cuantos dardos fue el director técnico de la selección uruguaya, Marcelo Bielsa.

Previo al partido contra Brasil, el técnico argentino al servicio del combinado charrúa, reflexionó sobre el presente del balompié de élite.

“El fútbol es propiedad popular. Los pobres tienen muy poca capacidad de acceso a la felicidad, no disponen de dinero para comprar la felicidad. Ese fútbol, que era gratuito, y que es una de las pocas cosas que los más pobres mantenían, ya no lo tienen más. Qué lástima que lo tenga que decir yo, porque me va a traer nada más que críticas”, dijo.

Bielsa, quien según sus críticos, “siempre se ha lucrado de ese negocio” que él ataca, afiló su navaja, y unos días después, tras la eliminación de su seleccionado, volvió a la carga, cuando sus jugadores protagonizaron desórdenes con hinchas del equipo colombiano, que minutos antes los eliminara y, se decía, serían sancionados:

“Los futbolistas fueron obligados a hacer eso, la sanción es para los que los obligaron a actuar así. Y hay que ver si le tenemos miedo a las posibles sanciones… Esto es una caza de brujas. ‘Miren que los vamos a sancionar para que cumplan en el partido por el tercer puesto’, ‘ahora ya no porque hay mucha repercusión”.

“Esto más claro es imposible-agregó-. Estados Unidos, cuando sintió que sus intereses estaban atacados, creó el FIFAGate. Acá no pasó nada, fue una fiesta extraordinaria a estadios llenos. No hay nada de lo que quejarse. Pero no podemos hacer una conferencia de prensa para decir que los campos de juego están bien. ¿Dónde se ha visto que haya una reacción para decir que los futbolistas fueron obligados a hacer esto? ¿Y resulta que hay que tener miedo a ver si le ponen sanciones? Lo único que faltaría es que le pongan sanciones. Es una caza de brujas esto. Todo una vergüenza en un país, que como organizador, tiene responsabilidad, pero estoy seguro que (sic) no han mentido”

Recién su primera alocución, saltaron algunas voces.

“Bielsa es desagradecido que odia el negocio que lo hizo rico, detesta la prensa que lo adula y le dio fama, pese a que ha ganado poco, aborrece el sistema que lo contrata y se odia a sí mismo escudándose en una falsa humildad que disimula el asco que tiene por el entorno que sufre.

El dardo provenía de un comentarista colombiano del que se dice andaba ávido de interés y aprovechó las declaraciones del estratega para ganar notoriedad según le endilgaron algunos lectores en las redes sociales. A este “periodista” muchos salieron a recordarle su silencio en muchos momentos de la vida del país y le endilgaron ser un escudero y un comodín en unos medios de comunicación que hacen parte de una lógica del sistema capitalista.

Las declaraciones de los futbolistas y de algunos periodistas que vieron en estas justas deportivas la posibilidad de emitir comentarios con trasfondo político, han generado la inquietud de si acaso no están en fuera de lugar, y si deben estos protagonistas del deporte meterse en asuntos de la vida pública.

Esos comentarios sí parecieran estar en el “lugar equivocado” como diría la publicidad aquella, como quiera que el fútbol, dado su posibilidad de convocatoria y su carácter simbólico, siempre ha sido escenario propicio para llevar otras discusiones. El balón, a cada patada más que una sed de gol transporta una suerte de ideología, ha dicho el historiador Alfred Wall.  Y nada tan cierto: bastaría pensar en las declaraciones de Mussolini al cabo de la Copa del mundo del 34, o lo dicho por los generales argentinos tras el Mundial del 78, o la no presencia de Cruyff en ese mundial…redunda decir la forma como Maradona celebró los goles ante Inglaterra en México 86 y que viera como una “revancha” por la pérdida de las Malvinas.

Es muy interesante entonces la participación en estas discusiones de quienes orbitan en torno al deporte, y ello conlleva a dos asuntos: primero, que dado su influencia esto “obligaría”  a que tuvieran que prepararse un poco en cultural general, en temas de historia política; y segundo, para el caso colombiano, deja una duda: ¿dónde estaban todos esos deportistas y esos “comentaristas” en momentos pasados o recientes de la vida pública nacional?

El fútbol en particular y el deporte en general nos reflejan como sociedades. Y estas se construyen con base en discusiones, en debates. El deporte puede servir como punto de partida para la construcción de una sociedad dispuesta a decirse unas cuantas verdades y llegar a consensos sobre temas de interés colectivo.

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Redacción Minuto30

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