Resumen: La Fiscalía solicitó que la muerte de Luis Andrés Colmenares se declare homicidio, aunque sin condenar a Laura Moreno. La familia Colmenares y la Procuraduría critican la decisión, mientras la Corte Suprema evalúa el recurso extraordinario.
En la mañana de este jueves, 8 de agosto, se presentó una nueva instancia en la búsqueda por la justicia del el caso de Luis Andrés Colmenares.
Este hecho se realizó bajo la audiencia de sustentación contra la decisión del Tribunal Superior de Bogotá que absolvió a Laura Moreno y Jessy Quintero.
Durante la audiencia, la Fiscalía pidió declarar la muerte de Luis Andrés Colmenares como homicidio. Además de que no se expida una condena a Laura Moreno.
Esta posición de la Fiscalía ha generado gran desconcierto y frustración en la familia Colmenares, quienes consideran que el ente acusador se está «lavando las manos».
«Quedamos completamente sorprendidos con la actitud de la Fiscalía», afirmó Jorge Colmenares, hermano de la víctima.
Y agregó: «Sentimos que simplemente se están lavando las manos mencionando que existió un homicidio, pero que no se tiene que casar la sentencia».
Por su parte, Jaime Lombana, abogado de la familia Colmenares, señaló que Laura Moreno mintió en varias ocasiones y que existen pruebas que evidencian su participación en el homicidio.
«Laura Moreno siempre cambió sus versiones (…) le mintió a doña Neida, a su hermano Jorge Colmenares, le mintió a los policías», aseguró el abogado.
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La Procuraduría General de la Nación, que también se ha mostrado crítica con la sentencia absolutoria, sostiene que se presentaron algunas irregularidades en el proceso judicial y que existen elementos suficientes para considerar que la muerte de Luis Andrés no fue accidental.
A pesar de los argumentos presentados por la familia Colmenares y la Procuraduría, la Corte Suprema de Justicia deberá decidir si acepta el recurso extraordinario de casación y revoca la sentencia absolutoria de Laura Moreno y Jessy Quintero.
El caso de Luis Andrés Colmenares, que conmocionó al país en 2010, sigue siendo una herida abierta para su familia y amigos.