Resumen: Una semana más en Colombia, marcada por hechos que reflejan la ofensa, arrogancia y vergüenza del presidente Petro, quien atacó al reconocido ciclista Rigoberto Urán. Este texto critica el uso político del deportista y denuncia el creciente descontento popular contra el gobierno, que se manifiesta en protestas y expresiones de rechazo.
Termina una semana más en nuestro país y como ya es costumbre, la misma estuvo plagada de hechos o acontecimientos, a cargo del honorable señor presidente y el sequito que lo rodea, que merecen ser destacados, infortunadamente, por la ofensa, la arrogancia y la vergüenza que nos hacen sentir a millones de colombianos.
Empecemos con un Presidente de la República que ataca abiertamente por redes sociales a Rigoberto Urán, uno de los deportistas más grandes que ha nacido en nuestra tierra, que nos llenó de orgullo durante más de 15 años, que hizo sonar las notas de nuestro himno en todas las grandes carreras de ciclismo del mundo, que se sobrepuso a la violencia, salió adelante, formó empresa y hoy responde por el trabajo de miles de personas gracias a su espíritu emprendedor. ¡Que bajeza la de Petro al salir a atacar a Rigo! Hay que ser bien cínico y descarado para usar políticamente a un deportistas de este nivel, para generar más odio, división y rabia en los colombianos.
Le aclaro presidente, no fue Rigo el que ordenó gritar ¡Fuera Petro!, es el sentir generalizado de un pueblo que se manifiesta en contra de su mal gobierno, como ya ha ocurrido en estadios, en marchas, en carreras y en cuanto lugar se pueda, porque la gente simplemente está cansada de su ineptitud y su soberbia.
Posterior a esto, el Presidente afirmó públicamente, como la víctima que siempre dice ser, que es que los medios de comunicación no entienden sus discursos y tergiversan todo lo que él dice, justo, mientras Gustavo Bolívar, acepta que había montada toda una campaña de desprestigio contra los medios que no están de acuerdo con lo que hace Petro. ¡hágame el bendito favor! Presidente, los medios simplemente comunican y si sus mensajes son de odio, división o incendiarios, pues ese será el mensaje que le darán los medios a la ciudadanía.
Ah y si usted cree que lo anterior genera mucha indignación, mire estas dos perlitas. En un evento público en el cual se condecoran y exaltan los valores y las responsabilidades de nuestros militares, el Presidente condecoró a la par de nuestros héroes de la patria, a exguerrilleros del M-19. ¡Que humillación tan infinita la que padecen nuestras fuerzas militares, que sometimiento en el que tienen a nuestra fuerza pública en este gobierno!
Y para terminar, conocimos que el Pacto Histórico, el partido del presidente, radicó un Proyecto de Ley en el Congreso, a través del cual pretende cambiar el escudo de Colombia. Definitivamente, todo lo que sea estabilidad, institucionalidad y garantías, les molesta a estos izquierdosos que se creen dueños de la verdad. Qué lástima que el Congreso tenga que soportar estos personajes que a toda costa tratan de acompañar y justificar las locuras que se le ocurren al jefe de gobierno y a sus coequiperos.
Pero bueno, en medio de tanto sobresalto también aparecieron buenas noticias que nos llenan de esperanza, el triunfo de Donald Trump en los Estados Unidos es una señal clara de que el continente está girando nuevamente hacía a la derecha. Cansados del empobrecimiento, de la falta de institucionalidad y autoridad, empiezan a reaccionar distintas regiones de américa; que esto sea un preámbulo, un espejo reflector, que nos permita entender a todos que es lo que necesitamos hacer en Colombia en 2026, porque otro gobiernos populista, mentiroso e incendiario, no lo podemos permitir en nuestro país.
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