Un pasajero se vio obligado a manejar un bus de transporte interprovicional en Bolivia, al descubrir que el chofer y su copiloto se encontraban en estado de embriaguez.
“Llegamos a Camargo y vimos que el chofer ya no podía (manejar), no estaba en un estado normal”, explicó Efraín Quispe, el hombre que decidió tomar el volante.
Al ver el reprochable estado del conductor, los pasajeros le exigieron que parara el bus y se bajara a descansar, pues podría ocasionar una tragedia al continuar en ese estado.
“Nosotros somos pasajeros, no somos carga”, reclamó una de las personas que viajaba en el bus.
Entre todas las personas que ocupaban el vehículo, fue Quispe el único pasajero que se atrevió a conducir el vehículo para que todos los pasajeros llegaran a su destino.
El chofer y su ayudante son investigados por las autoridades por el acto de irresponsabilidad.
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