Al Gobierno que apoyamos y a los partidos que lo acompañan:
Colombia ha hecho un inmenso esfuerzo frente a la pandemia, sin embargo, el aumento de la pobreza exige más que duplicar ese esfuerzo.
Todavía 2,400,000.00 hogares pobres de Colombia no reciben auxilios oficiales. El 57% de adultos pobres tampoco recibe el beneficio del respectivo programa.
El país está muy endeudado pero necesita más crédito para aumentar enormemente sus coberturas sociales.
Ese crédito, urgente, de inmediato, necesita soportarse en una legislación que haga un esfuerzo en tributación con criterio social.
Que además congele en términos reales los gastos burocráticos del Estado, ojalá por 10 años, con la excepción del Sistema General de Participaciones, la salud y las pensiones.
Altas pensiones deben ser gravadas y los elevados sueldos deben pagar impuestos adicionales.
Sabemos que hay impuestos menos y más controversiales.
Por hoy digamos: la lucha inmediata contra la pobreza demanda un esfuerzo de quienes pueden hacerlo. Se necesita que el impuesto patrimonial a los individuos se mantenga con tarifa moderada. Y por una ocasión un impuesto más elevado a altos patrimonios, así se pague por cuotas. En 2002 ese impuesto permitió pagarle a los soldados de Colombia e iniciar la Seguridad Democrática. Hoy hay un imperativo de Patria y de Democracia, pagarlo para superar la pobreza y fortalecer el tejido social de la Nación.
El plazo se agota, el Gobierno y los partidos que lo apoyan necesitan un consenso para la legislación que reactive el empleo y fortalezca el tejido social. La tragedia de ciudades donde muchos ciudadanos mercan en basureros no puede continuar.
Los números de la Universidad de Antioquia indican que es posible, de inmediato, la gratuidad en la universidad pública, para estratos uno, dos y tres, con énfasis en la aceleración de la virtualidad.
La lucha por la democracia es de todas las horas y la lucha para superar la pobreza no da espera.