Tanto Seuxis Pausias Hernández, alias «Jesús Santrich», como el negociador de paz de las FARC, Luciano Marín Arango, alias «Iván Márquez», quedaron a un lado del «carro de la historia de la construcción de la paz de Colombia», según el líder de ese partido, Rodrigo Londoño, conocido en su época de guerrillero como «Timochenko».
«Yo puedo decir lo que todo el mundo está viendo, no tengo más elementos de juicio más allá de los mismos que tiene toda la gente. No volvieron a reuniones, no volvieron a aparecer no comparecen ante la Jurisdicción Especial de Paz. Ahora Santrich no le responde a la Corte Suprema cuando se comprometió con ellos. Se han hecho a un lado», aseguró Londoño, en una entrevista con Efe.
Ambos se encuentran en paradero desconocido desde hace meses: Santrich tras una acusación de EE.UU. por narcotráfico que le llevó más de un año a prisión y Márquez alegando falta de garantías de seguridad para permanecer.
Al ser preguntado acerca de ambos, Londoño fue contundente: «Ni idea de dónde están».
«Ellos se marginaron del partido alegando, por lo menos Iván Márquez inicialmente problemas de seguridad, alegando temores, pero al partido no dijo absolutamente nada, desapareció del panorama», agregó el líder del partido Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común (FARC) en que se transformaron las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia.
En este sentido, afirmó que en el partido conocen «las cartas que todo el mundo conoce que ha publicado» Márquez y de Santrich también «lo que saben todos, el proceso (judicial) que pasó».
«Lo acompañamos, fuimos solidarios con él, hicimos toda una pelea para que se le respetaran sus derechos. Lo liberaron y la reacción fue la que todo el mundo conoce (desaparecer y no acudir a la Corte Suprema de Justicia), la cual nosotros no compartimos, la cual condenamos y de ahí para adelante no sé en qué andan ni qué están haciendo», subrayó.
Por eso, dijo sentir «mucha tristeza» de la situación en que quedaron dos personas claves en las negociaciones de paz con el Gobierno del expresidente Juan Manuel Santos y que «quedaron» fuera del proceso.
La opinión de Londoño no es menos contundente acerca de los grupos de excombatientes que volvieron a tomar las armas y formaron las denominadas disidencias de las FARC, pues considera que lo hicieron en busca de la «plata fácil».
Entre ellos se encuentra un nutrido grupo del Frente 33, a quienes lideró en armas en la selvática región del Catatumbo, fronteriza con Venezuela, y a quienes advertía de que el proceso iba «a ser difícil» aunque lo facilita el hecho de que «la gente coja (los acuerdos de paz) como suyos».
«Del grupo de desertores quienes son y quienes fueron en las FARC. No fueron lo mejor. Lo mejor de las FARC está en el proceso, asumiendo las tareas, escogiendo la vida y hasta muriendo», concluyó Londoño, para quien hoy no hay otro camino que el de dejar las armas atrás. Bogotá, 29 jul (EFE).