La necropsia reveló detalles de la brutalidad del asesinato de Juan Felipe Rincón, hijo del inspector de la Policía Nacional, general William Oswaldo Rincón.
Laboratorio de Balística de la Seccional de Bogotá del Cuerpo Técnico de Investigación (CTI) de la Fiscalía señaló que el joven tuvo múltiples lesiones, además del disparo fatal.
El informe médico confirmó que, además del trauma torácico causado por el proyectil de arma de fuego, Juan Felipe presentaba un cuadro de trauma contundente en cabeza, espalda y extremidades, con hemorragias internas y múltiples hematomas.
Estos hallazgos sugieren que la víctima fue sometida a una golpiza antes de recibir el disparo mortal.
Cabe recordar que el arma usada pertenecía al escolta de Juan Felipe y no a Andrés Camilo Sotelo, el principal sospechoso del homicidio, a quien inicialmente se le atribuyó el porte de esta arma
Por su parte, Sotelo ha asegurado que en el momento de la riña portaba un arma de balines, y argumenta que no es el culpable del homicidio del hijo del inspector de la Policía.
Por otro lado, un nuevo testimonio clave ha surgido en el caso. Laura Daniela Carrión, testigo presencial de los hechos, ratificó la versión del escolta de Rincón, señalando que Andrés Camilo Sotelo, el presunto asesino, actuó de manera agresiva y desproporcionada.
«La testigo confirma la conducta violenta del capturado y corrobora la versión del escolta, quien actuó en defensa propia», destacó el fiscal.
Las autoridades continúan analizando las dos armas de fuego encontradas en la escena del crimen: una pistola sig sauer y un revólver.
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Los resultados de las pruebas balísticas serán fundamentales para determinar la dinámica de los hechos y esclarecer la responsabilidad de cada uno de los involucrados.
Este nuevo hallazgo ha generado mayor conmoción en la opinión pública y ha puesto de manifiesto la gravedad del caso.