El déficit del fondo de estabilización de los combustibles, con el que se subsidia cada galón de gasolina que los colombianos compran para sus vehículos y motos, determinó al presidente Gustavo Petro a advertir que el precio debe subir a unos niveles que permitan nivelar el negocio con menor daño para las finanzas del Estado.
El déficit del fondo actualmente supera la cifra que el gobierno se ha propuesto recoger con la reforma tributaria, 25 billones de pesos. Increíblemente se llegó a esa cifra, dicen los críticos y los conocedores del sector, porque el gobierno de Iván Duque se negó a aumentar el precio de la gasolina a los estándares necesarios.
Como quiera que el boquete de deuda hay que taparlo, el gobierno argumenta que su enfoque es disminuir la pobreza . En otras palabras, el que tenga carro, que lo atienda con los precios debidos. Hay que tomar en cuenta que Colombia es el único país latinoamericano con precios de gasolina tan bajos, según datos de Fendipetróleo.
EL problema está en que los taxistas iniciaron una fuerte presión al gobierno, pues consideran que su sector sufre una afectación severa con el alza de la gasolina. a eso se suma la tensión entre propietarios de vehículos particulares. Mientras el debate está servido en la calle, en el Congreso, algunos parlamentarios llaman la atención del gobierno y le piden mesura, cuidado para evitar un colapso social por las consecuencias inmediatas que tendría poner el galón de gasolina a 16 mil pesos mínimo. Cuando la gasolina sube, todo sube.