Johannesburgo, 2 ene (EFE).- Uno de los fotógrafos de Sudáfrica más reconocidos, Peter Magubane, que cubrió los momentos más convulsos del régimen segregacionista del apartheid, falleció ayer a los 91 años de edad.
"(Magubane) documentó nuestra nación y los primeros años de libertad de Nelson Mandela con una pasión prosaica, impulsada tanto por lo que sentía desde el corazón como por lo que veía a través de su lente", señaló el presidente sudafricano, Cyril Ramaphosa, la pasada noche en su cuenta de la red social X (antes Twitter).
"Creó registros visuales icónicos de nuestra lucha por la libertad y de la vida en nuestro país", añadió.
El trabajo de Magubane permitió conocer cómo el apartheid, sistema de discriminación racial impuesto por la minoría blanca que rigió de 1948 a 1994 en Sudáfrica, reprimía a la mayoría negra para perpetuar el sistema injusto que la condenaba a la marginalidad y la servidumbre.
El ministro sudafricano de Deportes, Arte y Cultura, Zizi Kodwa, expresó hoy en un comunicado su tristeza por la muerte de "un excelente fotoperiodista y luchador por la libertad, que documentó sin miedo las injusticias del apartheid" y "utilizó su cámara como modo de protesta, sin retroceder nunca ante un régimen opresor".
"Sudáfrica es hoy un país libre y democrático gracias al papel desempeñado por el Dr. Magubane y muchos otros que lucharon por nuestra libertad. Este legado debe perdurar", remarcó Kodwa.
Magubane pasó durante su carrera más de quinientos días aislado en una celda por sus fotografías y fue agredido y disparado en varias ocasiones.
Cubrió los momentos más importantes en la lucha contra el apartheid, como la matanza de Sharpeville en 1960, el juicio de Rivonia en 1964 o el levantamiento de Soweto en 1976.
"La única manera de dar a conocer al mundo qué estaba pasando en Sudáfrica era ser fuerte, ir a los sitios, utilizar la cámara tanto cuanto era posible", explicó a EFE el propio Magubane con motivo de una exposición celebrada en 2015 en Johannesburgo.
"La única forma de hacer mi trabajo era el camuflaje. No era difícil esconder una cámara Leica, por lo que solía comprar pan, poner la cámara dentro y hacer ver que estaba comiendo y mientras hacía fotos", contó impasible.
Por: EFE