Este martes, Medellín dio inicio a las pruebas dinámicas y la puesta a punto de todo el sistema operativo de toda la Línea P del Metro, que se convierte en el sexto Metrocable que tiene la ciudad.
Las acciones buscan ajustar los parámetros del motor Direct Drive para garantizar las velocidades de rotación y torque. Así mismo, se hacen reglajes para verificar que el cable esté completamente alineado en los balancines y que estos estén bien nivelados.
“Medellín construye sobre lo construido. Es una ciudad que cuando ve buenos proyectos, cuando ve algo que está funcionando, lo que hacemos es empujarlo. El primer anuncio es que hemos garantizado a la ciudadanía la máxima seguridad posible y por eso hoy hacemos pruebas de movilidad”, explicó el alcalde de Medellín, Daniel Quintero Calle.
Otro aspecto que se adelanta es la verificación física de todos los parámetros internos de las cuatro estaciones que tendrá el sistema. Distancia entre vías, desviaciones del cable, distancias entre pinzas/sensores, nivel de presión de neumáticos, tensión de correas, entre otras.
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Igualmente, se realiza la puesta en verde (poner en estado operativo) de los componentes del sistema de socorro. Estos permiten el funcionamiento del cable con motores eléctricos auxiliares para llevar las cabinas hasta la próxima estación en caso de una evacuación. Las cuatro estaciones de esta nueva línea son Acevedo, Sena, Doce de Octubre y El Progreso.
Picacho se convierte en el sexto metrocable
“Este proyecto es el sexto Metrocable en la red del Metro de Medellín. Beneficiará a 420 mil personas en las comunas 5 (Castilla) y 6 (Doce de Octubre) del noroccidente de Medellín ”, indicó Tomás Elejalde, gerente del Metro, quien agregó que este cable contará con 138 cabinas, cada una con capacidad para 12 usuarios, y cuando esté en operación podrá mover a 4.000 viajeros cada hora por sentido. La inversión alcanza los $364.955 millones.
Desde el inicio del proyecto hasta hoy, la construcción del metrocable Picacho ha generado 4.167 empleos y 345 de ellos han sido aprovechados por los mismos habitantes del sector. “Vivo en el barrio Pedregal desde que tenía siete años y cuando oí hablar de este metrocable me emocioné mucho porque sabía que esto nos traería mucho progreso. Nunca imaginé que me iba a vincular a la obra y ahora soy inspectora de seguridad y salud en el trabajo del proyecto. Estoy muy feliz, es ver cómo se realiza un sueño por partida doble”, agregó Estefanía Restrepo, otra de las beneficiarias.