Según el informe más reciente del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane), la tasa de natalidad en Colombia sigue su descenso imparable. En el período comprendido entre enero y octubre de 2024, se registró una disminución del 14,4 % en los nacimientos en comparación con el mismo periodo del año anterior. Específicamente, se han reportado 371,777 nacimientos en 2024, una caída significativa frente a los 434,253 del año 2023, lo que deja claro que el ritmo de reducción sigue acelerándose.
Este fenómeno no es aislado. En 2023, la tasa de natalidad alcanzó el nivel más bajo de la historia, y se espera que el 2024 establezca un nuevo récord. La tasa global de fecundidad también ha sufrido un drástico descenso, cayendo a 1,2 hijos por mujer, muy por debajo del mínimo necesario para mantener estable la población, que es de 2,2 hijos por mujer según organizaciones internacionales como la ONU y la OCDE.
Lo más alarmante es que el descenso de nacimientos es una tendencia que se viene acentuando desde hace más de una década. El Dane destaca que este fenómeno se ha intensificado desde 2022, y las cifras preliminares de 2024 reflejan un incremento en la velocidad de esta caída. En algunos departamentos como Guainía, Vaupés y Amazonas, los nacimientos han disminuido hasta un 40%.
Esta situación, según expertos en salud pública, es motivo de gran preocupación, ya que refleja un envejecimiento poblacional acelerado. Con menos nacimientos y más muertes, la población colombiana tiende a volverse cada vez más vieja, lo que genera impactos en la economía y en la fuerza laboral.
El impacto de esta baja en nacimientos no se limita a una crisis demográfica. También afecta a sectores como el sistema pensional y la fuerza laboral, pues habrá menos jóvenes para contribuir al desarrollo económico del país. Además, las autoridades de salud se enfrentan a un aumento en la mortalidad, con un incremento en las muertes por enfermedades crónicas y contagiosas.
En cuanto a la salud neonatal, otro dato preocupante es el incremento en los nacimientos con bajo peso, que llegó a un récord histórico en 2024, alcanzando el 11,3 % de los nacimientos. Esto ha sido especialmente notable entre las madres con bajos niveles educativos.
En conclusión, el descenso en la natalidad y el aumento en las muertes generan grandes retos para el futuro de Colombia. La tendencia sugiere que el país debe adaptarse a un cambio demográfico significativo, tomando decisiones estratégicas para garantizar un futuro sostenible para su población y su economía.
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