El español Melendi pone de manifiesto en su noveno álbum de estudio, «Ahora», que en la vida todo es cambio, que no hay que aferrarse a las creencias y que hay que ver los «momentos convulsos» como parte de un proceso de aprendizaje permanente.
En una entrevista con Efe en Miami, el asturiano sacó a colación el segundo sencillo del disco, «Déjala que baile», el cual interpreta con sus compatriotas Alejandro Sanz y el rapero Arkano, para mostrar que a las personas «les cuesta soltar sus creencias».
«La Historia nos demuestra que lo que pensamos en un momento es mentira, pero nos aferramos a ello», añade, para luego defender que no hay necesidad de usar las creencias personales para afirmar «que las de los demás son mentiras».
En el videoclip de la canción, dirigido por Willy Rodríguez y que acumula más de 30 millones de visitas en la plataforma YouTube, una mujer guía a un grupo de personas encerradas en espacio cerrado hacia un nuevo destino, mientras que la letra habla de libertad en «un mundo nuevo».
«Quisimos representar el mito de la caverna» de Platón, pero en versión 2.0, agrega el cantante, quien le pidió personalmente a Alejandro Sanz que eligiera un tema del disco y lo cantara con él, si bien ninguno de los tres intérpretes aparece en el video por una decisión creativa.
Hoy sobre los cuarenta, atrás aquella cabellera con rastas de la década pasada, con hijos y unos cuantos millones de discos vendidos, observa los «momentos convulsos» y los excesos en su vida no como «algo para superar» sino como episodios que le han llevado a «aprender».
Reconoce que parte de esa nueva visión se debe a una psicóloga y «coach» que conoció hace unos cinco años, fallecida el año pasado, y quien «transformó totalmente» su vida y su manera de pensar. «Me enseñó a ver la viga en mi ojo y a dejar de ver la paja en el ojo de los demás», añadió, sin ahondar en detalles ni nombres.
En respuesta a una pregunta de Efe afirma que no tiene creencias religiosas, quizás sí de naturaleza «cósmico-espiritual, aunque hay tantos matices», y afirma aprovechar las oportunidades que se le aparecen en el camino, como la reciente de grabar un tema en Puerto Rico con el salsero Gilberto Santa Rosa.
En su larga lista de colaboraciones, entre ellas con el colombiano Carlos Vives para «El Arrepentido», el primer sencillo de su reciente disco, quedan pendientes otros como cantar junto al español Joaquín Sabina, con quien ya lo intentó «en un momento desafortunado», dijo.
«Soy un gran admirador de él, de su vida, de sus entrevistas, de su poesía, de sus contradicciones, de su libertad. Me encanta», afirmó, para luego añadir que le gustaría colaborar también con Shakira, una mujer con «una voz súper especial» y «algo mágico».
Melendi, cuyo primer álbum «Sin noticias de Holanda» (2004) contenía cortes como «El informe del forense» o «Vuelvo a traficar», prefiere no juzgar ni el reguetón, género que por lo demás ve muy similar a los temas de rumba catalana que cantaba en sus inicios, ni los ritmos urbanos que dominan la actual escena musical.
«Yo hago las canciones igual, cojo la guitarra, cojo el piano, hago la guía, y según lo que me diga la letra puedo hacer un son cubano como ‘Desde que estamos juntos'», señala, en alusión al sencillo de su anterior disco, «Quítate las gafas» (2016).
En la actual evolución de la música, de la industria a su alrededor, marcada por la digitalización que ofrece nuevas herramientas y ha roto brechas entre los artistas, el español tiene claro que «toca enfrentarse a un cambio».
«El cambio de decirle adiós al disco, aceptar que ahora son canciones y que el formato físico desaparece. Es otra manera de enfrentar la música», dice en alusión al protagonismo de los sencillos, antes que los discos de canciones, y al declive de los discos compactos (CD) aunque cree que sobrevivirá el vinilo por su «componente romántico».
En ese escenario, abierto a nuevas propuestas ve difícil sin embargo una colaboración con, por ejemplo, el cantante de trap Bad Bunny, ídolo entre los adolescentes de hoy, incluido su hijo.
«Son momentos de la vida diferentes, tengo 40 años y cuatro hijos», manifiesta. Miami, 20 sep (EFE)