Hablar de Medellín y sus problemáticas sociales en cifras, tal vez nos permita entender, interpretar y dimensionar mejor la magnitud de lo que se está enfrentando. Para hacer un breve contexto general de América Latina durante la postpandemia, me remitiré al informe especial presentado en el mes de junio del presente año por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe, CEPAL.
Según este informe especial, los países de América Latina y el Caribe se encuentran ante una desaceleración del crecimiento económico agravada por una inflación que parece crecer sin control y una lentísima recuperación de los mercados laborales, todo esto agravado por las consecuencias ocasionadas por la guerra en Ucrania que ha incrementado el precio de los insumos agrícolas, la energía y el combustible, haciendo que encarezcan los precios de los alimentos.
Para este mismo informe, la inflación regional de América Latina aumentará de 6,6% en 2021 a 8,1% en 2022 y la pobreza aumentaría del 29,8% en 2018 al 33,7% en 2022, y la pobreza extrema del 10,4 %en 2018 al 14,9 % este año. Estos datos nos dan la posibilidad de entender la crisis a nivel regional, porque los retrocesos en materia social no son sólo para Medellín.
Para complementar el panorama para el análisis, según la CEPAL, Colombia tenía para 2021 un 17,1% de personas en pobreza extrema, pero para 2022 las proyecciones serán de 19,6% de personas en la pobreza extrema, lo que indica que las condiciones de desigualdad en nuestro país continuarán profundizándose y que las consecuencias de la pandemia y de la guerra en Ucrania tienen efectos económicos que se reflejan en las condiciones de vida de la población en general.
Para aterrizar el análisis a la situación de pobreza en Medellín, me remitiré a las cifras presentadas por el DANE y sus resultados sobre pobreza monetaria, y la encuesta de Calidad de Vida en Medellín desarrollada por el Departamento Administrativo de Planeación- DAP – en el año 2021 y con estos elementos desarrollaré una breve comparación de los ocurrido entre los años 2019, 2020 y 2021.
Para el año 2019, la incidencia de la pobreza monetaria en Medellín estaba en 24,4% mientras que en el 2021 la cifra aumentó a 27,6%, lo que genera un diferencial de 3,2 puntos porcentuales. Comparando las cifras de Medellín con el total nacional, los valores para cada año son inferiores y el diferencial nacional es de 3,6, es decir, la pobreza monetaria creció más en el promedio nacional que en Medellín.
En el 2020 la incidencia de la pobreza monetaria en Medellín y su Área Metropolitana estuvo en 32,9% y para 2021 en 27,6% llegando a una diferencia de incidencia de pobreza monetaria de 5,3 puntos porcentuales. El diferencial a nivel nacional fue de 3,2, esto quiere decir que entre 2020 y 2021, la reducción de la pobreza monetaria en Medellín fue mayor que el total nacional.
Nosotros y nosotras preferimos no usar el término indigencia para referirnos a la pobreza monetaria extrema, dado el contenido despectivo y el tufillo elitista por parte de algunos sectores de la sociedad, pero para analizar este índice, en el año 2020, en Medellín y el Área Metropolitana llegó a 9,1% en su incidencia y en el 2021 fue de 5,1%, estos dos años generan un diferencial de 4 puntos porcentuales. El total nacional para el años 2020 el índice estaba en 15,1% y en el 2021 en 12.2%, con un diferencial de 2,9 puntos porcentuales, ubicando a Medellín y su Área Metropolitana por encima del promedio nacional.
Para el 2019 Medellín y su Área Metropolitana tenía un porcentaje de pobreza monetaria extrema del 3,7% que creció para el 2020 a 5,1%, incrementando en 1,4 puntos porcentuales. El total nacional para el mismo periodo fue de 9,6% y 12,2%, es decir 2,6 puntos porcentuales menos, teniendo Medellín una incidencia de pobreza monetaria extrema menor que el total nacional y su incremento fue mucho más bajo.
Según el DANE, durante la pandemia hubo un aumento en las cifras del porcentaje de incidencia de pobreza en el año 2020 con respecto al año 2019, sin embargo, estas cifras bajaron durante el año 2021, tanto a nivel nacional como en Medellín, siendo esta una de las ciudades que más se acerca a los niveles de pobreza que se tenía en 2019. Según estas cifras del DANE, Medellín lidera la reducción de la pobreza entre las ciudades principales del país.
Seguramente en ello han incidido las estrategias implementadas por la administración distrital para ello, como lo han sido la reactivación económica y los diferentes programas sociales implementados para apoyar a las personas y a las familias en términos psicosociales.
Frente a la pobreza multidimensional, en las cifras revisadas se evidencia que hubo una reducción de este indicador entre los años 2020 y 2021 a nivel nacional. Colombia tuvo en 2020 un Índice de pobreza multidimensional de 18,1% y en 2021 de 16,0%. En Medellín, el Índice de pobreza multidimensional para el 2020 fue de 21,8% mientras que en el año 2021 fue de 13,4%, de lo cual podemos interpretar que hubo una reducción significativa en este índice, que se acerca también a la situación que tenía la ciudad de Medellín previo a la pandemia.
La seguridad alimentaria y nutricional de las y los ciudadanos, ha sido una prioridad de esta administración. En la actualidad se desarrollan varios programas que tienen como prioridad atacar el hambre y la desnutrición. Entre ellos se encuentran el PAE, paquete alimentario, bono alimentario, huertas familiares y educación nutricional. Aun así, según la encuesta de calidad de vida de Medellín, 14,6% de las familias de Medellín persisten en su situación de inseguridad alimentaria alta.
Aunque en las cifras podemos ver que tanto la Pobreza Monetaria como la Pobreza Multidimensional han disminuido entre el año 2020 y 2021, existen probabilidades que de los coletazos de la guerra en Ucrania terminen por incrementar de nuevo estos indicadores, lo que será un aliciente para continuar buscando nuevas formas de generar capacidades para afrontar esta problemática.
La pobreza es un problema estructural determinado por múltiples variables que dificultan que las familias y las personas puedan salir de este, mantenerse en esa línea y dignificar sus vidas. La pobreza en nuestros países y ciudades está también condicionada por los factores de la economía mundial, por tanto, estos factores no pueden estar fuera del análisis a la hora de entender como un país como el nuestro, dependiente de la fluctuación de la divisa y el mercado cambiario, tiene supeditado a estos elementos el incremento del costo de vida y la capacidad adquisitiva de las personas.
Pueden usar todos los argumentos posibles para descalificar la política social del gobierno distrital de Medellín, pero sin perder del foco que hacemos parte de una sociedad global, articulada por el mercado mundial del capital, y que este elemento determina cualquier análisis y cualquier realidad por local que parezca. Esta realidad ineludible no puede dejar de existir solo para reducir la realidad de nuestra ciudad a la imaginación parroquial de la oposición.
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