Annie Ernaux es la diecisieteava mujer que obtiene el premio Nobel de literatura. Es una escritora que constantemente explora y cuestiona, a partir de la literatura, las desigualdades de género y clase, adentrándose en relatos de su vida personal, con temas que fueron y siguen siendo complejos de abordar para nuestra sociedad, como lo son el aborto, las labores de cuidado y la sobre carga de estas labores en las mujeres. En la Secretaría de Inclusión Social, Familia y DDHH entendemos las labores de cuidado que desarrollan las personas cuidadoras que hacen parte de nuestros programas como una gran contribución económica y social que sostiene al mundo y que intentamos retribuir con reconocimiento en esa misma medida.
En su libro “Los Armarios Vacíos” narra situaciones de su infancia que bien podría ser la infancia de muchas y muchos de nosotros. Su padre y madre eran pequeños comerciantes, trabajadores humildes, que con esfuerzo pudieron sacarle adelante, pero que siempre quisieron que ella tuviera voz, le inculcaron el amor por el estudio, es así como definió que debía tener una profesión para que su amor por escribir y la libertad de la literatura no tuviera que estar definida por las afugias económicas.
Es una escritora que hace que cuestionemos muchas cosas, pero, sobre todo, es una mujer valiente que describe con una honestidad descarnada la injusticia en las vidas de las mujeres y la desigualdad social. En la obra de Annie, pueden dilucidarse algunas reflexiones a las que hemos llegado en la Secretaría de Inclusión Social, Familia y DDHH a partir del conocimiento de las vulnerabilidades sociales y la segregación espacial generada en nuestra ciudad: para las personas más vulnerables, para las zonas más excluidas de la ciudad, tener acceso a oferta cultural es casi imposible, así como las dificultades que se presentan para el ascenso social debido a la falta de oportunidades para conseguir condiciones de vida digna.
La literatura es importante en tanto nos ayuda a comprender y transformar las realidades que vivimos. Que siga siendo un motor para ello.
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