Los bancos permanecen cerrados en Trípoli, en el norte del Líbano, después de que al menos una persona murió en choques entre el Ejército y los manifestantes en protestas por la grave crisis y la depreciación de la libra libanesa.
La Asociación de Bancos del Líbano anunció que cerraba todas sus sucursales en la ciudad sin dar fecha de reanudación de la actividad.
«Debido al asalto y a los peligrosos disturbios que ocurrieron ayer en nuestras sucursales en Trípoli, anunciamos que cerramos nuestras entidades en Trípoli desde el 28 de abril hasta que la situación de seguridad mejore», aseveró la asociación en un comunicado.
Tripoli es la segunda ciudad en tamaño del país y una de las más castigadas por la crisis, además de ser el lugar donde se inició la revolución del 17 de octubre que llevó a la dimisión al Gobierno del histórico Saad Hariri.
La Agencia Nacional de Noticias libanesa (ANN) confirmó hoy que un joven «sucumbió a las heridas» sufridas en una protesta anoche en la plaza Al Nur, en el centro de Tripoli, donde se concentraron decenas de personas pese al toque de queda desde las 21.00 hora local impuesto para evitar la propagación del coronavirus.
La agencia no dio información sobre las circunstancias de la muerte.
La Cruz Roja libanesa aseguró esta madrugada en su cuenta de Twitter que tres personas habían sido llevadas al hospital, mientras que «otros» estaban siendo tratados en el lugar.
Por otra parte, el Ejército libanés afirmó hoy en un comunicado que durante las protestas «40 miembros del Ejército fueron heridos» y que fueron arrestadas nueve personas que tiraron piedras y artefactos pirotécnicos contra casas de diputados en esta ciudad.
El Ejército acusó a «varios intrusos» de «destruir propiedades públicas y privadas», entre ellos tres sucursales y uno de sus vehículos militares que fue atacado con un cóctel molotov, según la nota.
LA CRISIS SE AGRAVA EN EL LIBANO
Estas protestas se producen a diario desde hace una semana desde que el Parlamento reanudó su trabajo tras el paréntesis por la pandemia de la Covid-19 y en un momento en el que la libra libanesa se hunde en el mercado negro donde ya se pagan 4.100 libras por dólar, mientras que el precio oficial está a 1.507.
Pese a que el Líbano cuenta con su propia moneda local, la economía está fuertemente dolarizada por lo que los bancos han impuesto límites por su cuenta a la retirada de efectivo en divisa.
La pandemia del coronavirus ha agravado la situación precaria del Líbano, donde hay registrados más de 700 afectados y 24 muertos, y que vive una de sus peores crisis económicas en décadas.
El pasado 7 de marzo, el Líbano declaró por primera vez en su historia que entraba en suspensión de pagos de la deuda exterior al no poder satisfacer un vencimiento en eurobonos de 1.200 millones de dólares.
El primer ministro, Hasan Diab, reveló que el Líbano arrastra una deuda pública de más de 90.000 millones de dólares, lo que supone un 170 % del PIB.
Además, indicó que más del 40 % de la población pronto se encontrará bajo el umbral de la pobreza.
En un discurso a la nación el pasado 24 de abril, Diab acusó directamente al gobernador del Banco Central libanés, Riad Salame, de la caída libre de la moneda local, unas declaraciones criticadas por algunos de sus opositores.
Los bancos han cerrado durante semanas e impuesto un control a connivencia del banco central. La libra libanesa está en caída libre, en los últimos 30 años de 1.500 LBP frente al dólar a 4.300 hoy@ChalecosAmarill#PLOMO19 #SMANic21 #RedFSLNpic.twitter.com/39AQcx0YJU
— Krupskaya Rivera 🇳🇮🇳🇮🇳🇮 ❤🖤❤🖤 (@krupskaya_ny) April 29, 2020