La directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde, instó hoy a los Gobiernos a invertir en innovación y educación, así como a fomentar el comercio y la cooperación internacional como fórmula para aumentar la productividad de la economía global.
«¿Qué pueden hacer los Gobiernos para incrementar la productividad? Deberían empezar por impulsar la innovación.
Esto supone invertir más en educación e infraestructuras, además de proporcionar incentivos fiscales para la investigación y el desarrollo», aseguró la exministra de Economía francesa durante un acto organizado por el centro de estudios Bruegel en Bruselas.
Lagarde también recalcó que, según los análisis del FMI, si las economías avanzadas incrementaran la investigación y el desarrollo privados en un 40 % de media, «podrían aumentar su PIB un 5 % a largo plazo».
La política francesa aseguró que la falta de habilidades para manejar las nuevas tecnologías constituye «el principal factor» de la reducción «relativa» de los ingresos en las clases bajas y medias durante los últimos años.
Por tanto, propuso a los Ejecutivos de todo el mundo preparar «mejor» a su población para beneficiarse de los avances tecnológicos y destacó la importancia de la formación continua durante toda la vida.
Así, puso como ejemplo Singapur, donde los trabajadores tienen la posibilidad de recibir becas en cualquier momento de su trayectoria laboral para mejorar sus capacidades.
«Y del mismo modo que necesitamos innovación, también necesitamos más comercio. ¿Por qué? Porque el comercio conduce a compartir la innovación y anima a las empresas a invertir en nuevas tecnologías y prácticas de negocio más eficaces», agregó.
En ese sentido, destacó que un crecimiento económico «más duradero, sostenible e inclusivo» surge de unas políticas domésticas sólidas y una mayor cooperación internacional y, por tanto, advirtió sobre las consecuencias negativas del proteccionismo para la economía global.
«Restringir el comercio sería una herida autoinfligida que interrumpiría la cadena de suministro, dañaría la producción mundial y provocaría la inflación de precios en los materiales de producción y los bienes de consumo», explicó Lagarde, convencida de que los hogares con ingresos más bajos «serían los más afectados» por la limitación del comercio.
Lagarde aseguró que el comercio y la productividad han mejorado los niveles de vida de la población mundial, si bien admitió que tanto la tecnología como el comercio también han generado pérdidas de empleo y «desafíos sociales en comunidades y regiones olvidadas por los cambios estructurales».
Asimismo, la exministra francesa destacó el progresivo envejecimiento de las sociedades, los daños medioambientales y las elevadas deudas públicas como factores que pueden dañar el crecimiento económico.
«Hoy, la deuda pública media en las economías avanzadas se sitúa en el 108 % del PIB, un pico desde la Segunda Guerra Mundial. Por tanto, necesitamos marcos sólidos de políticas fiscales y mayores esfuerzos para devolver la deuda pública a niveles seguros, sobre todo, en sociedades que envejecen», declaró Lagarde.
Sobre la Unión Europea, llamó a concluir la construcción del proyecto comunitario, de la eurozona y de la labor de «higiene» en los bancos del sur del Viejo Continente, y propuso el establecimiento de un régimen de quiebra «tan armonizado como sea posible con un rápido mecanismo de mediación».
En cuanto a Grecia, instó a aplicar las reformas acordadas sobre las pensiones y el impuesto sobre la renta, si bien se mostró dispuesta a debatir una reestructuración de la deuda helena en el futuro.
La directora gerente del FMI también llamó a combatir el blanqueo de dinero, la evasión fiscal, la corrupción y la financiación del terrorismo. Bruselas, 12 abr (EFE).