El Fondo Monetario Internacional (FMI) advirtió hoy de que las tasas de crecimiento potencial de la economía global, que se han reducido notablemente, no volverán a los ritmos vistos antes de la crisis financiera de 2008-2009.
De hecho, la tasa de crecimiento potencial global, el crecimiento en un marco de inflación estable, ha disminuido en los últimos años como consecuencia del envejecimiento de la población y la menor productividad, en un proceso en el que se encuentran inmersas tanto las economías avanzadas como las emergentes.
Esas conclusiones figuran en el informe titulado «¿Adónde nos encaminamos? Perspectivas sobre el crecimiento potencial», divulgado hoy por el Fondo.
El documento forma parte del reporte de cabecera del organismo «Perspectivas Económicas Globales», que será presentado la próxima semana y ofrecerá las últimos pronósticos de crecimiento global.
En los años previos a la crisis de 2008-2009, conocida como la «Gran Recesión», el crecimiento potencial de las economías avanzadas llegó a estar en el 2,4 %, mientras que entre 2008 y 2014 se redujo a un promedio del 1,3 %.
De cara al futuro, solo se pronostica una ligera aceleración al 1,6 % en el periodo 2015-2020 entre los países avanzados.
Por ejemplo, Estados Unidos, la primera economía global, registrará una tasa de crecimiento potencial del 1,6 % en lo que resta de década, frente al 2,2 % de los años previos a la «Gran Recesión».
Entre los más afectados por la «nueva realidad económica», el Fondo menciona a Japón, Canadá y Alemania, marcados en gran medida por el envejecimiento demográfico, y asegura que la única manera de contrarrestar esta tendencia es avanzar en las reformas estructurales de cara a mejorar la formación de los trabajadores y potenciar la investigación y el desarrollo.
«Incrementar el crecimiento potencial deberá ser una prioridad política en la mayoría de las economías avanzadas y emergentes», remarca el documento.
También en las economías emergentes se comienzan a apreciar estos factores y la tasa de crecimiento potencial bajó al 6,5 % entre 2008 y 2014, 2 puntos porcentuales menos que al comienzo de la crisis, y se situará en torno al 5,2 % en los próximos cinco años.
Gran parte de este frenazo será absorbido por el gran gigante asiático, China, que debe prepararse para darle un nuevo enfoque su modelo de crecimiento.
En el informe divulgado hoy el Fondo apunta como uno de los indicadores más claros de esta nueva realidad de bajo crecimiento potencial es la marcada caída en la inversión a nivel global, en mucha mayor medida que lo observado en anteriores crisis.
«La inversión privada ha caído a una media del 25 % desde la crisis comparada con los pronósticos previos, y ha habido poca recuperación», aseguran los técnicos de la institución.
Como recetas, el organismo menciona una mayor inversión pública en infraestructura y mayor gasto en investigación en desarrollo en los avanzados; y una mejora de la educación, más gasto público en infraestructura y la supresión de barreras regulatorias excesivas en los emergentes.
El FMI y el Banco Mundial (BM) acogerán la próxima semana en Washington su reunión de primavera, del 16 al 19 de abril, a la que acudirán los principales líderes económicos mundiales para discutir los desafíos de una recuperación que, pese al final de la crisis, aún parece muy endeble en gran parte del planeta. EFE