La Barbie pone en alquiler su casa en Malibú por Airbnb… y sí, todo es rosa

La famosa muñeca Barbie quiere seguir celebrando por lo alto su 60 cumpleaños y para ello pondrá en alquiler en la plataforma Airbnb una versión real de su mítica casa en Malibú (EE.UU.) y con toques rosa por todas partes.

Las reservas para rentar la mansión, recreada por la compañía Mattel en esa ciudad californiana, se abrirán este miércoles a las 11.00 hora local (18.00 GMT) para estancias solo entre el 27 y 29 de octubre.

La vivienda tiene tres niveles, con dos dormitorios y dos baños, así como una piscina con tobogán rosa, un gimnasio y hasta un cine.

«¡Por primera vez mi Barbie Malibu Dreamhouse está en Airbnb!», asegura la propia muñeca en su perfil de anfitriona, en el que promete que «los recuerdos durarán toda la vida» para los huéspedes que tengan suerte ante la masiva participación que se espera.

Según la ficha de la propiedad, quien decida rentarla dispondrá durante dos noches de toda la vivienda, con estacionamiento gratis, jacuzzi, cocina, wifi y aire acondicionado, además de ropa de cama, toallas y sombrillas, que por supuesto llevan su logo.

También se dispondrá de utensilios básicos de cocina y una versión de tamaño real del exclusivo ropero de la muñeca con los icónicos trajes de bombero, gimnasta o astronauta, además complementos como su casco de motocicleta, sus gafas de aviadora o su gorro de policía.

El mobiliario, que también recurre al blanco y al dorado, ha sido seleccionado especialmente para esta celebración, acompañado de electrodomésticos de su color, cuadros, tablas de surf y las herramientas de los múltiples trabajos de la muñeca.

«Esta es una oportunidad única en la vida, lo que significa que Dreamhouse solo se reservará una vez», remata Barbie, quien cree que su casa es el «lugar perfecto para inspirarse y aprender cosas nuevas».

La muñeca celebra en 2019 sus primeras seis décadas tras venir al mundo en una Feria Internacional del Juguete de Nueva York el 9 de marzo de 1959 de la mano de Mattel.

Ahora es considerada un icono mundial, con diferentes versiones de etnia, roles sociales y su propio color en el Pantone, del que cada año se venden unos 53 millones de ejemplares en 150 países.