El avión Solar Impulse II, que se encuentra en China dentro de su intento por ser el primero en dar la vuelta al mundo movido por energías alternativas, ha retrasado su próxima etapa, el primer vuelo sobe el Océano Pacífico de un aparato de esas características, debido a las condiciones meteorológicas.
Según aparece hoy en el portal oficial del proyecto, la aeronave, que aterrizó el pasado día 21 en Nankín (a 300 kilómetros al norte de Shanghái), procedente de la ciudad también china de Chongqing, a 1.200 kilómetros de distancia, que cubrió en 17 horas, no despegará hacia Hawai, su próxima escala, como muy pronto hasta el próximo viernes 9 de mayo.
Según Bertrand Piccard, uno de los dos pilotos suizos del aparato, de hecho puede que el Solar Impulse II tarde aún más de lo esperado en poder volver a despegar.
El viaje entre Nankín y Hawai, que durará unos cinco días y es una de las partes más duras de la vuelta al mundo, puede que no sea posible «hasta el fin de semana o la semana próxima, o puede que más tarde, en un par de semanas», manifestó hoy Piccard a la agencia oficial Xinhua.
La próxima etapa, de 8.000 kilómetros, es la más larga de las 12 que componen la ruta de su vuelta al mundo, por lo que exige un largo período de cielos despejados y un clima apacible, mientras que las predicciones meteorológicas señalan la formación de posibles tifones en esa parte del océano durante la semana que viene.
A eso se añade que las baterías solares del aparato no están listas en este momento para un viaje tan largo, ya que ahora mismo sólo están cargadas a menos de un 10 por ciento de su capacidad total.
En las últimas semanas, en Chongqing y Nankín, los responsables del avión solar se han reunido con representantes del sector fotovoltaico y con estudiantes del gigante asiático.
La aeronave, que se alimenta con más de 17.000 células solares, partió de Abu Dabi (Emiratos Árabes Unidos) el pasado 9 de marzo con la misión de completar la vuelta al mundo en 12 etapas, que ya han incluido hasta el momento escalas en Mascate (Omán), Ahmedabad y Benarés (India), Mandalay (Birmania) y Chongqing.
Tras Nankín, el avión, de 72 metros de envergadura, tiene previsto cruzar el Océano Pacífico, con una parada en Hawai, y hacer luego varias escalas en Estados Unidos y Europa (tal vez también en el norte de África) antes de regresar a la capital de los Emiratos.
Será una ruta de 35.000 kilómetros, que se espera completar en cinco meses, en los que los promotores quieren demostrar que es posible volar con energía no contaminante a largas distancias y tanto de día como de noche, ya que las placas del aparato pueden acumular la energía necesaria para ello durante horas. Shanghái (China), 5 may (EFE).