El precandidato uribista a la Presidencia de Colombia Iván Duque afirmó hoy en Miami que no quiere «hacer trizas» todo lo anterior, incluido el proceso de paz, sino lograr un país de «consensos» y donde «quepamos todos».
El senador Duque, uno de los por ahora cinco precandidatos del Centro Democrático, el partido liderado por el expresidente Álvaro Uribe, de cara a las elecciones presidenciales de 2018, concluye hoy una visita a Miami en la que ha presentado su programa electoral a los colombianos radicados en el sur de Florida.
«Yo no creo en el ‘adanismo’ en la política. Los países necesitan evolución más que revolución», dijo hoy en una entrevista con Efe para referirse a los candidatos que quieren ser el primer hombre, el que «refunde la república».
Por eso, cuando se le pregunta si una vez en la Presidencia, daría marcha atrás con lo realizado por el Gobierno de Juan Manuel Santos y específicamente con el proceso de paz con las FARC, asegura que «no se trata de hacerlo trizas», sino de corregirlo, al igual que «algunas de sus políticas económicas y sociales».
Entre las «modificaciones inmediatas» que haría a algunos de los puntos del acuerdo de paz están el hacer que los culpables de delitos de narcotráfico no puedan beneficiarse de amnistías, un principio que a su juicio debería estar recogido expresamente en la Constitución, y el convertir en forzosos los acuerdos para erradicar y sustituir los cultivos ilícitos, que ahora son voluntarios.
Además señala la importancia de la verificación en el desarme de la guerrilla y propone que si se descubren armas o dinero oculto de las FARC después del plazo de entrega, los cabecillas pierdan todos los beneficios del acuerdo de paz.
Sobre la Justicia Especial para la Paz subrayó que no concibe que no haya penas proporcionales para los máximos responsables de la guerrilla ni que la Procuraduría no sea parte activa del proceso de sometimiento a la justicia de los guerrilleros autores de crímenes de lesa humanidad.
No se opone a que los desmovilizados y reinsertados participen en política, siempre que no estén acusados de crímenes de lesa humanidad y hayan pasado antes por la justicia.
No obstante, para Duque, que ideológicamente se declara de «extremo centro», la desmovilización de la guerrilla en virtud del acuerdo de paz es algo «importante».
«Todos (los colombianos) queremos la paz, la diferencia está en que nosotros queremos una paz sin impunidad y hay otros que por la paz están dispuestos a sacrificar el orden institucional», subrayó.
El programa electoral de Duque está contenido en el libro «IndignAcción» y se basa en puntos como legalidad, equidad, economía de mercado, innovación y sustentabilidad.
Sobre el primero de los puntos destaca que quiere pasar del concepto de «seguridad democrática» de Uribe al de «legalidad democrática», que pone el acento en hacer cumplir la ley y supone una «ruptura histórica» con la tradición colombiana de buscar razones para «perdonar o atenuar el castigo a los criminales».
Otro de los puntos, que tiene que ver con la equidad, es acabar con el «cáncer social de Colombia», que para él es una informalidad laboral que se sitúa en torno al 52 %.
Defensor de un «capitalismo emprendedor y consciente», Duque propone no entorpecer ni asfixiar a las empresas, porque son las generadoras de empleo, y promete en sus primeros 100 días de Gobierno reducir los trámites del sector privado con el Estado, creando una «ventanilla única».
Sobre el proceso para elegir al candidato del Centro Democrático en las próximas elecciones presidenciales señala que es partidario de que se haga mediante una «consulta abierta» en la que puedan participar todos los colombianos, sean o no del partido.
A su juicio, hacerlo así ayudaría a cuantificar el apoyo real de cada precandidato entre la ciudadanía y lo mejor sería que la consulta tuviera lugar en marzo de 2018 en coincidencia con las elecciones para el Congreso.
En cuanto a la posibilidad de crear una coalición con los conservadores de cara a las elecciones, opinó que el Centro Democrático debería buscar aliados entre las bases más que entre la clase política del otro partido. EFE