EFE/EPA/TINO ROMANO

Italia registró 553 muertos por coronavirus en las últimas veinticuatro horas, superando así los 70.000 durante toda la emergencia sanitaria, un día antes de que el país se confine para frenar los contagios en el periodo de la Navidad.

El ministerio italiano de Sanidad confirmó hoy este dato de fallecidos, inferior a los 628 de ayer, pero que aumenta a los 70.395 las víctimas desde el inicio de la crisis, a mediados de febrero.

Estas cifras hacen de Italia el quinto país con más muertos por el virus del mundo, después de Estados Unidos, Brasil, India y México, según la Universidad estadounidense Johns Hopkins.

Por otro lado, crecen los contagios en Italia, con 14.522 nuevas infecciones en el último día, el mayor aumento desde el domingo, aunque con más test realizados, más de 175.000. En total en el país 1.991.278 han contraído el virus desde el principio.

Por otro lado sigue reduciéndose la presión a los hospitales. En Italia hay 24.546 pacientes ingresados, 402 menos que ayer, mientras que 2.624 requieren Cuidados Intensivos (-63).

La región más afectada es el Véneto (norte), con 3.357 positivos en el último día, y el primer ministro italiano, Giuseppe Conte, expresó su sospecha de que pueda deberse a la variante detectada en Reino Unido, aunque abogó por la cautela y por no especular.

«La variante británica corre mucho más rápido y eso explicaría muchas cosas, pero no quiero lanzar hipótesis. En Véneto es raro que los datos estén creciendo, debemos comprender cómo y por qué», dijo Conte en un adelanto del programa de la televisión pública italiana (RAI) «Porta a Porta».

Con estas cifras, Italia se prepara para la Navidad más atípica que se recuerda, pues el gobierno ha impuesto el confinamiento en todo el país en diez días entre mañana, 24 de diciembre, y el 6 de enero, en las jornadas festivas y sus vísperas.

En concreto el 24, 25, 26, 27 y 31 de diciembre y el 1, 2, 3, 5 y 6 de enero no se podrá salir de casa salvo por comprobadas necesidades de trabajo, urgencia o salud y quedarán prohibidos los desplazamientos entre las distintas regiones.

El resto de días las restricciones serán más flexibles.

Por esa razón en los últimos días los italianos han emprendido el regreso a sus casas desde las ciudades en las que trabajan y han llenado las zonas comerciales para realizar las últimas compras.

Este miércoles en Roma las tiendas, antes de cerrar desde mañana, tenían largas colas de clientes en sus puertas y en los bares algunos aprovechaban para tomar el último café o aperitivo.

Muchas farmacias de la capital han dispuesto a la puerta casetas en las que realizan pruebas rápidas del coronavirus y los italianos acudieron hoy a hacérsela para poder visitar a sus parientes más mayores con más calma.

Y es que el Gobierno, entendiendo la naturaleza «familiar» de estas fechas, ha permitido las visitas a parientes, siempre y cuando solo se desplacen de dos en dos (y acompañados por menores de catorce años, que no computan en esta disposición).

La esperanza está puesta en la vacuna y ya el próximo domingo tendrá lugar la primera vacunación en Italia, de una enfermera de Roma, mientras que la campaña real arrancará en enero.

El consejero científico del ministro de Sanidad y expresidente del Instituto Superior de la Sanidad, Walter Riccardi, afirmó hoy que a finales de 2021 decenas de millones de residentes en Italia podrán estar vacunados, pero que habrá esperar a 2021 para que toda la población haya recibido el compuesto.

Italia, que hace unos días detectó el primer caso de un contagiado con la mutación del coronavirus detectada en Reino Unido, confirmó hoy otro caso de una persona residente en Loreto (centro) que no ha tenido contacto con personas llegadas de ese país. Roma, 23 dic (EFE)

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