Nada más recurrente para el ser humano que alimentar creencias cuando un fenómeno animal coincide con desastres naturales. Eso fue lo que pasó recientemente con la multitud de cuervos que invadieron las calles de un sector de Kyoto, en Japón, coincidentemente con la tragedia padecida por los habitantes de Turquía y Siria, donde un terremoto de potencia imposible, suma al día de hoy más de 35 mil pérdidas humanas y contando.
Esa tragedia y la invasión de estos pájaros, espoleó en todo el mundo una gran cantidad de opiniones y consejas populares, más cercanas a la ficción y la especulación que a una verdad acuñada en saber científico.
Debido a las inquietudes y los temores crecientes de muchas personas que auguran males catastróficos “avisados” por estos animales, varias voces científicas han salido al paso de estas aseveraciones y explican el por qué del comportamiento extraño de las aves.
Afirman entre otras cosas, que estos comportamientos son normales en esta época del año , sino en el campo, en la ciudad donde la abundancia de recursos alimenticios que encuentran en las basuras, es atractivo para estas especies que además, son sociables y gustan de acompañarse masivamente.
El fenómeno ha ocurrido en no poas ocasiones en Europa y Estados Unidos, donde ninguna catástrofe ha ocurrido luego del paisaje peliculesco que ofrecen cientos de aves reunidas.
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