Foto: PONAL
Un nuevo caso de tráfico de drogas fue descubierto en la URI de la localidad de Puente Aranda, en Bogotá, cuando un hombre intentó ingresar tusi en toallas higiénicas. El sospechoso, quien pretendía visitar a su pareja detenida, ocultó aproximadamente 50 dosis de cocaína rosa en toallas sanitarias.
La modalidad de contrabando, cada vez más común en centros de detención, fue detectada durante los protocolos rutinarios de inspección.
«Los delincuentes buscan métodos cada vez más creativos para el tráfico de drogas en centros penitenciarios», explicó el capitán Juan Ramírez, supervisor de seguridad.
El detenido, cuya identidad se mantiene en reserva, intentaba entregar los estupefacientes a su compañera sentimental, quien cumple una condena por porte ilegal de armas desde hace tres meses. Las autoridades confirmaron que el caso pasará a la Fiscalía para su judicialización.
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Las estadísticas revelan que durante el último trimestre, se han registrado 45 intentos similares de ingreso de sustancias prohibidas en diferentes centros de reclusión de Bogotá, evidenciando un incremento del 30% en comparación con el mismo período del año anterior.
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