Un insólito hecho se conoció, luego de que en Australia tomaran la decisión de enviar a una cárcel a un cocodrilo por haberse comido una docena de perros y además, atacó a un pescador, según informaron medios locales de ese país.
El cocodrilo, de cuatro metros de largo y de más de 600 kilos de peso, fue encerrado en una celda policial en la ciudad de Darwin, antes de ser trasladado a una granja especial para esos animales. El hecho causó sorpresa en las personas, quienes vieron como este reptil fue tratado como un reo cualquiera.
Ya el animal fue trasladado a un hábitat acorde a su especie y no tendrá que seguir pasando su vida como un «delincuente».