Las estrellas identificadas en la investigación han formado «estructuras de concha» tras una fusión radial ocurrida hace unos 3.000 millones de años. EFE/Foto cedida por el Instituto Politécnico Rensselaer

Hace casi 3.000 millones de años una galaxia enana se sumergió en el centro de la Vía Láctea y fue desgarrada por las fuerzas gravitacionales. Ahora, un nuevo estudio constata que de esa violenta fusión nacieron una serie de formaciones estelares en las cercanías de la constelación de Virgo.

Estas estructuras estelares se denominan -por su forma- «conchas» y se crean a partir de la fricción dinámica en galaxias que se han fusionado. Según este nuevo trabajo publicado en The Astrophysical Journal es la primera vez que estas se encuentran en la Vía Láctea.

Hace dos décadas, los astrónomos identificaron en la citada constelación una corriente inusualmente densa de estrellas conocida como «sobredensidad de Virgo» y estudios posteriores revelaron que algunas de estas estrellas se movían hacia nosotros mientras que otras se alejaban, lo que tampoco es habitual porque se espera que las estrellas de un cúmulo se presenten más sincronizadas.

El pasado año, astrofísicos del Instituto Politécnico de Rensselaer (Estados Unidos), que firman ahora este trabajo, propusieron que esta sobredensidad de estrellas de la constelación de Virgo era resultado de una fusión radial (un tipo de fusión por la que la galaxia enana cae casi directamente hacia el centro).

«Este grupo de estrellas se movían a muy diferentes velocidades, lo cual era muy extraño», señala en un comunicado Heidi Jo Newberg, profesora de física y astronomía de Rensselaer, quien añade: «Pero ahora que vemos su movimiento en conjunto, entendemos por qué las velocidades son diferentes y por qué se mueven como lo hacen».

Las «conchas» descritas en este trabajo son planos de estrellas curvadas, como paraguas, que quedaron atrás cuando la galaxia enana fue despedazada, literalmente rebotando arriba y abajo y atravesando el centro hasta que fue incorporada en la Vía Láctea, un evento que los investigadores han llamado «fusión radial de Virgo».

Cada vez que las estrellas de la galaxia enana pasaban rápidamente por el centro de nuestra galaxia, su velocidad se disminuía al ser arrastradas por la gravedad. Así hasta detenerse en su punto más lejano para luego dar la vuelta y chocar de nuevo con el centro, creándose entonces esa «estructura de concha».

Y es que a medida que la galaxia más pequeña es engullida por la más grande y se asienta en su nuevo entorno, tiende a oscilar alrededor del centro de masa con una amplitud cada vez menor: en cada uno de los extremos de su órbita en decadencia, la fricción dinámica causa un ligero aumento de la densidad de las estrellas y son estas sobredensidades las que se observan como «conchas».

Los investigadores identificaron dos de estas estructuras en la sobredensidad de Virgo y dos en la región de la Nube de Hércules-Águila, a partir de simulaciones y datos de varios telescopios, entre ellos la misión Gaia (de la Agencia Espacial Europea).

Estas «conchas» pueden dar información de la historia de la fusión entre dos galaxias. Así, los modelos computacionales de estas estructuras y el movimiento de las estrellas indican que la galaxia enana pasó por primera vez por el centro de la Vía Láctea hace 2.700 millones de años. Madrid, 20 oct (EFE)

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