El cierre de institutos y universidades fueron, con la prohibición de reuniones públicas de más de 50 personas y visitas a asilos, las únicas restricciones impuestas por Suecia hasta el otoño. EFE/EPA/Johan Nilsson SWEDEN OUT

Los institutos suecos cierran desde este lunes y hasta el 6 de enero por iniciativa del Gobierno, que ha impulsado varias restricciones en las últimas semanas por la segunda ola de coronavirus, que se ha cobrado más de 7.000 vidas en el país.

La medida pretende frenar la propagación del virus en un grupo de edad con un alto nivel de contagio y reducir las aglomeraciones, en medio de un panorama que empieza a aproximarse al de la pasada primavera, cuando Suecia fue el país más afectado de Escandinavia.

El último informe de la Agencia de Salud Pública (FHM) registró 35.000 nuevos casos la pasada semana, un 11 % más, y 307 muertos, casi el doble que la media de las tres semanas anteriores y al límite del exceso de muertes que se alcanzó en el primer semestre, mientras aumentan los ingresos y los pacientes en la UCI.

La incidencia en los 14 días anteriores es en Suecia de 698 casos por 100.000 habitantes, la séptima más alta en Europa, y los contagios ascienden ya a 278.912, según los últimos datos difundidos por la FHM el pasado viernes, cuando se registraron 60 nuevas muertes hasta un total de 7.067.

«Esta decisión se toma porque es necesaria; a pesar de todas las iniciativas el contagio está en un nivel demasiado alto», ha dicho la ministra sueca de Educación, Anna Ekström, quien descarta de momento una posible prolongación o extender la medida a las escuelas.

DE LA RECOMENDACIÓN A LA RESTRICCIÓN

El cierre de institutos y universidades fueron, con la prohibición de reuniones públicas de más de 50 personas y visitas a asilos, las únicas restricciones impuestas por Suecia hasta el otoño, siguiendo una estrategia fijada por las autoridades sanitarias, que prima las recomendaciones apelando a la responsabilidad individual.

Suecia no pudo evitar tener las peores cifras en Escandinavia y, cuando la situación dio un giro en noviembre, después de un verano tranquilo, el Gobierno optó por una línea más intervencionista, limitando a ocho el número de personas en reuniones públicas y prohibiendo la venta de alcohol a partir de las 22 horas.

La FHM, que ha tenido algunos roces públicos con el Gobierno sueco, ha adoptado también un tono más duro en las recomendaciones para Navidad que se harán públicas esta semana, pero que ya han sido filtradas por varios medios.

Así, se habla de limitar los contactos y de hacer las compras en solitario, con un lenguaje más directo que el habitual.

«Queremos ser más claros de lo que se acostumbra a ser en los consejos generales», ha dicho su director, Johan Carlson.

CRÍTICAS Y PÉRDIDA DE APOYOS

Que Suecia haya registrado seis veces más muertos que el resto de países nórdicos y su tasa de mortalidad sea cuatro veces superior a la Dinamarca y nueve que la de Noruega ha generado críticas, más fuera del país que dentro, que han vuelto a aflorar ahora que la segunda ola empieza a golpearla más que al resto.

«Debemos recordar que lo inusual son Noruega y Finlandia desde una perspectiva europea. En Suecia ha sido como en muchos otros países europeos. No sabemos por qué, aunque hay diferencias obvias por ejemplo en la densidad de población», se defendía hace unos días el epidemiólogo jefe del FHM, Anders Tegnell.

Tegnell ha recordado también que en países como España, Italia y Francia se han adoptado medidas mucho más duras que en el resto de Escandinavia, como confinar a la población, y eso no ha evitado que tengan las peores cifras del continente en la pandemia.

«Creo que pasarán varios años hasta que descubramos cuáles fueron las medidas correctas. También tenemos que recordar que muchas de ellas han sido muy costosas para la salud pública», ha dicho Tegnell, que mantiene la línea de no recomendar el uso de mascarillas por falta de evidencia científica sobre su posible beneficio.

A pesar del empeoramiento de la situación epidémica, las cifras de muertos aún no están a los niveles de abril y el número de plazas libres en cuidados intensivos se mantiene en torno al 30 %.

Según cifras de la FHM difundidas hoy por la emisora pública Radio de Suecia, la media de días de ingreso en cuidados intensivos para pacientes de COVID-19 se ha reducido a la mitad con respecto a primavera, gracias en parte al uso de mejores tratamientos. Copenhague, 7 dic (EFE)

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