El Gobierno Nacional anunció hoy la suspensión del proceso de paz con el Ejército de Liberación Nacional (ELN), tras un reciente atentado contra una base militar en Arauca. Esta medida se enmarca en el contexto más crítico de las negociaciones desde que se iniciaron en noviembre de 2022.
El ataque, que ocurrió el 17 de septiembre, dejó un saldo trágico de dos militares fallecidos y 25 heridos, cinco de ellos en estado grave. En respuesta a este hecho, el presidente Gustavo Petro manifestó que la acción «prácticamente cierra el proceso de paz con sangre».
La delegación de paz del Ejecutivo emitió un comunicado donde se señala: “La viabilidad del diálogo está severamente comprometida y su continuidad solo será posible con una manifestación clara de voluntad de paz por parte del ELN.”
Expectativas tras la suspensión de los diálogos
Aunque el Gobierno no descarta la posibilidad de retomar las conversaciones en el futuro, fuentes cercanas al proceso sugieren que esto dependerá de un gesto significativo de parte del ELN, como un cese unilateral del fuego. Sin embargo, en los últimos meses, la guerrilla ha mostrado resistencia a las propuestas del Ejecutivo para reanudar el diálogo.
No es la primera vez que los intentos de paz con el ELN se ven frustrados por acciones violentas. En 2019, el proceso se interrumpió tras un ataque mortal a la Escuela de Cadetes General Santander, que dejó 23 muertos y más de 80 heridos.
Un clamor por una respuesta contundente
Tras el ataque en Arauca, diversas voces en la sociedad han exigido al Gobierno tomar medidas enérgicas contra el ELN. Gerson Arias, investigador de la FIP, comentó que “la sociedad no puede tolerar que un grupo armado utilice el terrorismo para influir en el proceso de paz.”
El ministro de Defensa, Iván Velásquez, anunció que se intensificarán las operaciones militares contra la guerrilla, reiterando su apoyo a las familias de las víctimas y subrayando la clara demostración de la verdadera voluntad de paz del ELN.
Con la suspensión de los diálogos, se abre un nuevo capítulo en las relaciones entre el Gobierno y esta guerrilla, donde el camino hacia la paz se presenta lleno de incertidumbres y desafíos.
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