Cuando «Colas» era apenas un cachorrito un hombre a las afueras de Bangkok (Tailandia) le amputó brutalmente las patas delanteras con una espada, todo porque el perrito había mordido sus zapatos.
Johm Dalley, un jubilado británico descubrió por casualidad la historia del can y decidió adoptarlo y ayudarlo.
Su nueva familia decidió llevarlo a una empresa que se especializa en prótesis para humanos, así que le hicieron unas muy similares a las que usan los deportistas paralímpicos, conocidas como «blade runner».
El perrito se adaptó rápidamente a sus nuevas patas “como un campeón, subiendo y bajando por la playa con sus cuchillas a los pocos minutos de tenerlas instaladas”, han explicado los responsables del proyecto.
”Estamos muy felices de ver a Cola correr con sus nuevas piernas. Los perros ciertamente aprenden cómo usar prótesis más rápido que los humanos, y es grandioso verlo jugar y correr como los otros perros».