El canciller colombiano, Carlos Holmes Trujillo, informó al secretario general de la ONU, António Guterres, de los últimos avances en la implementación de la paz en el país.
Trujillo se reunió con Guterres en la sede de Naciones Unidas, a la que regresará el próximo jueves tras visitar Washington para participar en la reunión trimestral del Consejo de Seguridad sobre la situación en el país.
Según fuentes diplomáticas, en la entrevista con el jefe de la ONU, el canciller colombiano expuso «los avances de la política de ‘Paz con Legalidad'» del Gobierno que preside Iván Duque.
Esa estrategia gubernamental busca afianzar la reincorporación de los exguerrilleros de las FARC a la sociedad y llevar estabilidad, seguridad y desarrollo a las áreas afectadas por el conflicto con planes específicos.
En su último informe sobre la situación en el país, publicado oficialmente este martes, Guterres destaca los esfuerzos del Gobierno de Duque en ese ámbito, pero insiste en la necesidad de que todas las partes «redoblen sus esfuerzos para implementar las otras partes del Acuerdo de Paz a fin de cumplir los compromisos contraídos con las víctimas, las comunidades afectadas por el conflicto y los excombatientes».
«La plena consolidación de la paz, que representa una valiosa oportunidad para Colombia, requerirá un esfuerzo integral para el cual el pueblo colombiano podrá seguir contando con el decidido apoyo de las Naciones Unidas», señala el documento, cuyo contenido ya había sido adelantado por la misión de la ONU sobre el terreno.
El texto, que servirá de base para la reunión del Consejo de Seguridad el próximo jueves, condena el retorno a las armas anunciado por varios excomandantes de la guerrilla y celebra el rechazo inmediato que el partido político FARC ha hecho de ese movimiento.
Además, vuelve a subrayar la preocupación internacional por el elevado número de asesinatos de exguerrilleros, con 24 homicidios verificados entre finales de junio y finales de septiembre.
Esos casos elevan a 52 los asesinatos en 2018 y a 147 desde la firma del Acuerdo de Paz.
La ONU destaca también la «violencia continua y alarmante» contra líderes sociales y defensores y defensoras de los derechos humanos y avisa de «las repercusiones de esos ataques en las comunidades y en su tejido social».
En lo que va de año, apunta el informe, se ha informado de 123 presuntos asesinatos de defensores y defensoras de derechos humanos y de líderes sociales.
El Gobierno colombiano y la antigua guerrilla de las FARC firmaron en noviembre de 2016 un acuerdo de paz tras más de cuatro años de negociaciones en La Habana.
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