Josie Cantillo Camacho y su primo Luis Antonio Cantillo Ribón residentes del barrio París en el municipio de Ciénaga, Magdalena, salieron de pesca el pasado fin de semana, pero su embarcación naufragó, les tocó nadar más de 10 horas hasta llegar a una boya de seguridad en pleno mar abierto.
Tuvieron un inconveniente con uno de los anzuelos, «me enganchó una mano y me halaba hacia el fondo, porque llevan unas pesas, pero como pude me lo quité y volví a la salir a la superficie”, expresó Cantillo Camacho, de 31 años.
Los dos hombres tomaron la decisión de nadar hasta una luz que veían a lo lejos y cuando llegaron encontraron una boya de la empresa Drummond, tuvieron que aguantar sol, sed y hambre, hasta que fueron encontrados por sus familiares, momento donde las lágrimas fueron incontrolables.
Los pescadores fueron trasladados hasta un centro médico donde fueron dados de alta.