Luego de las repercusiones que trajo al mundo la salida de varios diplomáticos al inicio del discurso de Venezuela ante la 74 Asamblea de Naciones Unidas, el país causó una nueva polémica, por parte de la vicepresidenta venezolana Delcy Rodríguez, que acusó, ante los pocos asistentes, que Colombia y Estados Unidos tenían planeado realizar una intervención armada en su territorio.
Rodríguez aseguró que Washington y sus «satélites regionales» planean un ataque a su país y que ellos son el verdadero riesgo para la estabilidad de la región.
Sin embargo, aunque fue una dura acusación, su testimonio careció de pruebas. Lo único que dio como evidencia fueron unas coordenadas geográficas en las que, aseguró, hay campamentos de entrenamiento de mercenarios «para atacar y agredir a Venezuela».
A lo anterior, Rodríguez sumó la reciente reactivación por parte de 16 países del Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (TIAR), una suerte de OTAN regional que permitiría una eventual intervención armada en Venezuela para la que se están «sembrando ya los pilares», alertó.