La embajadora de EE.UU. ante la ONU, Nikki Haley, prometió con megáfono en mano, a centenares de manifestantes venezolanos apostados frente a Naciones Unidas que seguirán «luchando hasta que Maduro se vaya».
En un acto poco usual y ante personas con pancartas denunciando que Maduro es un «narcodictador» y pidiendo la «intervención en Venezuela», Haley se bajó de su vehículo oficial, caminó 20 metros rodeada de un equipo de seguridad, tomó un megáfono y se dirigió a los manifestantes para lanzarles un mensaje de apoyo.
«La gente debe saber que vamos a seguir luchando por las familias venezolanas (…) vamos a seguir hasta que Maduro se vaya», enfatizó Haley ante los gritos contra el presidente venezolano.
La embajadora de Estados Unidos ante la ONU aseguró también que «la voz de Estados Unidos va ser muy alta» en contra del régimen de Maduro y recordó las escenas que vio en el éxodo humano en la frontera de Colombia con Venezuela, con miles de familias desatendidas huyendo «para mendigar una comida».
«He hablado con él (presidente de EE.UU., Donald Trump) y está muy enfadado con esto», aseguró Haley, comprometiéndose a hablar «alto» contra el régimen de Maduro «apoyado por Cuba». «Y Maduro nos va a oír», remató.
Luego tomó el megáfono el opositor Antonio Ledezma, exalcalde de Caracas, quien agradeció el «respaldo» de EE.UU. «a favor de la libertad de los venezolanos».
«No estamos solos. Han pasado de la retórica a medios más eficaces y estamos a favor de sanciones económicas», dijo Ledezma, exiliado desde noviembre pasado cuando se fugó de la casa que tenía por cárcel y huyó del país, al celebrar la iniciativa de varios países latinoamericanos y Canadá de llevar a Maduro ante la Corte Penal Internacional.
EFE