Bancos centrales, organismos internacionales y gobiernos se han sumado esta semana a la lucha contra las consecuencias negativas del coronavirus en las empresas, el consumo, los viajes y el crecimiento económico, aunque la incertidumbre persiste y continúan los descensos en los mercados bursátiles mundiales.
La medida más significativa la tomó el martes la Reserva Federal de EE.UU. (Fed), que recortó por sorpresa los tipos de interés en medio punto y los dejó entre el 1 % y el 1,25 %. Su presidente, Jerome Powell, justificó la decisión por la elevada incertidumbre de los mercados.
Los analistas esperan que la Reserva Federal efectué otra rebaja de tipos antes de que termine el año.
En la estela de la Fed, el Banco de Canadá recortó el jueves en medio punto sus tipos de interés, hasta el 1,25 %.
Previamente, el mismo martes, antes incluso que la Fed, la Reserva Federal de Australia había rebajado los tipos en un cuarto de punto, hasta el 0,5 %, su mínimo histórico.
Los mercados están pendientes ahora de lo que pueda hacer el Banco Central Europeo (BCE) el próximo jueves.
El vicepresidente del BCE, Luis de Guindos, subrayó esta semana que la entidad está preparada para hacer frente al impacto del coronavirus.
De Guindos admitió que la epidemia añade «una capa nueva de incertidumbre a las perspectivas de crecimiento globales y de la zona del euro».
El Banco de Japón también se ha comprometido a aportar liquidez ante las señales de incertidumbre en los mercados financieros.
Desde que se inició la crisis del coronavirus, el banco central de China ha tomado medidas para ampliar la liquidez.
Los organismos internacionales también han empezado a tomar medidas. El Banco Mundial anunció el martes la movilización de 12.000 millones de dólares para ayudar a los países que afrontan el impacto del coronavirus.
Los países del G7 (EE.UU., Japón, Alemania, Francia, Reino Unido, Italia y Canadá) y sus bancos centrales se han comprometido esta semana a utilizar todas las herramientas a su alcance, incluso medidas fiscales «cuando sea apropiado», para apuntalar el crecimiento económico.
Sin embargo, son pocos los gobiernos que han dado un paso adelante. El Congreso de EE.UU. ha aprobado una dotación de 8.300 millones de dólares para luchar contra el coronavirus.
El Gobierno de Italia, uno de los países más afectados, destinará 7.500 millones de euros para ayudar a las empresas, lo que aumentará sensiblemente su gasto público.
El Gobierno surcoreano prepara un paquete de estímulo de 9.820 millones de dólares (8.824 millones de euros).
Vietnam lanzó un paquete de ayudas por valor de 1.680 millones de dólares (1.046 millones de euros) para las empresas afectadas por la ralentización económica.
En Europa, el presidente del Eurogrupo, Mário Centeno, ha recalcado esta semana que las economías de la zona del euro están listas para actuar, incluso con medidas fiscales.