Resumen: La crisis del ACPM en Colombia está paralizando el transporte y la agricultura. Analizamos cómo el incremento del precio del diésel está encareciendo los alimentos, dificultando la distribución de productos y generando una crisis en el campo.
En los últimos años, Colombia ha enfrentado un aumento significativo en el precio del ACPM (Aceite Combustible Para Motores Diésel), que ha crecido más del 40% desde 2019. Este incremento ha tenido un impacto directo y severo en la economía y en la vida cotidiana de los colombianos, afectando especialmente a los sectores del transporte de carga y la agricultura.
Desde 2020, el precio del ACPM subió de $7,200 a más de $10,000 por galón en 2023, y la tendencia al alza ha continuado en 2024. En septiembre de 2024, los transportistas enfrentan un costo promedio de $11,500 por galón en algunas regiones, una cifra alarmante que agrava aún más la crisis. Este aumento ha tenido un efecto en cadena, elevando los costos operativos para los transportistas, lo que se traduce en precios más altos para los productos y una inflación que superó el 13% en 2022.
El Gobierno ha intentado mitigar el impacto mediante subsidios y congelamientos temporales, pero estas medidas han demostrado ser insuficientes frente a la magnitud del problema. La transición hacia energías más limpias es un objetivo prioritario, pero la infraestructura necesaria para su implementación masiva aún está en desarrollo, dejando al ACPM como el combustible dominante en el corto plazo.
El impacto social de esta crisis es profundo. Sectores vulnerables, como los campesinos y las pequeñas y medianas empresas, están siendo los más afectados. El alto costo del transporte se convierte en una barrera para la competitividad, especialmente en regiones apartadas donde el ACPM es el único combustible disponible. Esta situación podría intensificar las desigualdades y obstaculizar el desarrollo económico en zonas rurales.
Es esencial que se tomen medidas urgentes y sostenibles para enfrentar esta crisis. Se requiere una colaboración entre el Gobierno, el sector privado y la sociedad civil para buscar soluciones que mitiguen el impacto del aumento del ACPM. Sin acciones efectivas, el costo del combustible seguirá siendo un freno para el desarrollo económico y un peso insostenible para millones de colombianos.
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